Escasa utilidad de los AWACS ante la crisis

Los radares volantes norteamericanos AWACS llegados ayer a Francfort pueden detectar desde esta ciudad todos los despegues realizados desde Checoslovaquia y desde la República Democrática Alemana (RDA), pero no son de ninguna utilidad para supervisar la zona fronteriza entre la Unión Soviética y Polonia, según la opinión de un experto militar de la Alianza Atlántica.

No obstante, un AWACS que sobrevuele las aguas internacionales del mar Báltico sí podría controlar parcialmente la frontera soviético-polaca.

Estados Unidos ha enviado ya a la base de Ramstein, en la República Federal de Alemania (RFA), dos radares volantes AWACS (sistema aerotransportado de alerta y control) de cara al conflicto polaco. Otros dos llegarán en los próximos días.

El aparato, un Boeing 707 modificado, «ve» lo que ocurre en un radio de quinientos kilómetros a la redonda, lo que es insuficiente para supervisar los movimientos de tropas en las zonas occidentales de la URSS contiguas a Polonia. «No han sido concebidos con este fin», aclara el oficial de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este organismo encargó, en diciembre de hace dos años, dieciocho AWACS, los primeros de los cuales se trasladan una vez al mes desde Islandia a la RFA para familiarizarse con el territorio europeo.

Las misiones que se encomendarán a estos aparatos de la OTAN van desde supervisar todos los movimientos aéreos al otro lado del telón de acero, hasta constituir, con sus radares, un «muro» provisional frente a un eventual ataque de misiles soviéticos. En este apartado, según se estima en medios de la OTAN, la URSS se encuentra retrasada en cinco años en relación a Estados Unidos.

Las ochenta estaciones terrestres de radar con que cuenta actualmente la OTAN tienen un radio de acción muy limitado.