Engendro cultural

Me dirijo a EL PAIS para manifestar mi protesta y perplejidad ante el engendro que se está representando en el Centro Cultural de la Villa de Madrid.Se da por supuesto que en la España actual tiene que haber teatro obsceno y pornográfico y teatro o revistas anticlericales, pero los madrileños debemos saber que «tal» teatro es de «tal» género y «tal» cabecera de revista representa «tal» tendencia, y el responsable es uria empresa que si tiene muchos adeptos ganará y si nadie lo lee o va al teatro perderá; pero ¿por qué pagamos todos los madrileños una obra en la que ayer estábamos cuarenta personas, y de ellas nos fuimos al menos ocho en el entreacto?, y, sobre todo ¿por qué se representa en el Centro Cultural? ¿Qué tiene de cultura? El alcalde, que es un hombre culto, ¿ha visto eso?

No entiendo cómo se puede sancionar a un jugador de fútbol por hacer un corte de mangas al público y se permiten en nombre de la cultura gestos, ademanes y palabras como las de esta obra.

Deliberadamente me estoy ciñendo a este aspecto para demostrar que no se puede admitir desde ninguna óptica política que tenga el Ayuntamiento, porque la tomadura de pelo a la religión que aún sentimos y practicamos muchos madrileños es indignante, pero entonces mi repulsa podría parecer partidista./ .