El flúor mata en San Cipriano, en la costa lucense

Sobre este particular existe la duda de si puede llegar a significar algún peligro el consumo de la leche producida en la zona, pues, mientras algunas fuentes señalan la imposibilidad de que el flúor repercuta por esta vía, otras opiniones recomiendan análisis competentes de la cuestión. La pequeña economía familiar de los vecinos se está viendo ya resentida por la imposibilidad de comer los frutos producidos por ellos mismos o por no poder venderlos. Muchos árboles de hoja caduca (nogales, manzanos, perales ciruelos) están perdiendo fuera de tiempo sus hojas y las frutas se pudren después de un alarmante crecimiento raquítico.No existe, por el momento, un cálculo oficial de los daños, pero s han adelantado cantidades que sobrepasan los cien millones de pesetas, atendiendo especialmente a las pérdidas que pueden derivarse para el patrimonio forestal de la comarca. Ante esta situación, el PSOE pidió que se paralice inmediatamente la producción de la fábrica, en espera de que se acometan las debidas medidas correctoras.

El descontento de los lugareño es, por otra parte, ya viejo, pues nunca se mostraron acordes con los criterios que impuso la fábrica para adquirir los terrenos ocupados más de quinientas hectáreas, que estaban repartidas en 3.317 fincas Se quejan, además, de que se les ha discriminado a la hora de darles a ellos ocupación en la fábrica Y, en general, consideran que su instalación les está causando mayores inconvenientes que beneficios.

«Esta era una zona en la que vivíamos bastante bien», informaron a EL PAÍS, «y la fábrica nos quitó las tierras y nos quiere quitar incluso el mar donde siempre pescamos, pues ni el puerto nos quieren dejar.»

«Nosotros no podemos vivir aquí, esperando a que nos maten con esos gases que nos echan por las chimeneas», comenta Benigno Alvarez, vecino de la parroquia de Lago. Su preocupación es aún mayor cuando piensan que el funcionamiento futuro de la planta de alúmina, que entrará a producir hacia mayo de 1980, puede acarrearles todavía mayores males.