El Papa, en defensa de la dignidad humana

La defensa de la dignidad humana es uno de los aspectos más destacados de la primera encíclica de Juan Pablo II, publicada ayer. El documento Redemptor hominis, redactado íntegramente por el Papa sin intervención de teólogos, condena expresamente cualquier atentado a la persona humana, la tortura, la falta de libertad, el terrorismo y los total itarism os sin especificar su ideología.

La encíclica establece en su principio que «el Redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del Cosmos y de la Historia». Sin embargo, el mensaje pastoral tiene una gran carga de pesimismo en lo que se refiere a las conquistas humanas del presente siglo, a lo que opone la acción misionera de la Iglesia católica como única garante de otorgar un sentido nuevo a la Historia.Karol Wojtyla se muestra conservador respecto a las nuevas directrices teológicas que han surgido en Europa y el Tercer Mundo. Su encíclica es un compendio de conceptos de la teología de San Pablo, la filosofía existencialista y la moderna sociología.

La indisolubilidad matrimonial y la condena del aborto han vuelto a ser reiterados por el Papa en su primer mensaje pastoral.

Juan Pablo II establece también en el documento la fecha del año 2000 como el momento del «gran jubileo cristiano». Asimismo, el antiguo cardenal polaco insiste en la labor misionera de todo católico y lanecesídad de buscar el entendimiento con todas las Iglesias cristianas.

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