Vuelve la violencia al País Vasco

Después de quince días de calma, interrumpida por el asesinato, el pasado sábado, del ex alcalde de Echarri Aranaz, la violencia ha vuelto a irrumpir en el País Vasco. Ayer, tres guardias civiles resultaron heridos -uno de ellos de extrema gravedad, con pérdida de masa encefálica- a consecuencia de la explosión de un artefacto activado a distancia por un comando, en una carretera próxima a la localidad guipuzcoana de Tolosa.

Sin embargo, para calibrar la verdadera magnitud de la acción terrorista hay que tener en cuenta que el Land Rover donde viajaban los tres guardias civiles que resultaron heridos custodiaba un camión con una carga de 2.000 kilos de dinamita, cuya voladura era, según todos los indicios, el objetivo per seguido por los terroristas. De haber logrado éstos su propósito, Tolosa hubiera registrado en el día de ayer la mayor catástrofe de su historia. Prácticamente la totalidad de los vecinos escucharon sobresaltados la fuerte explosión y el posterior tableteo de metralleta y los tiros aislados de la Guardia Civil contra sus agresores, dos jóvenes que consiguieron huir en direcciones distintasMientras tanto, un artefacto que contenía tres kilos de goma-2 explosionaba en las escalinatas de acceso al palacio de la Diputación Foral de Alava, situado en pleno centro de Vitoria. La onda expansiva barrió las cuatro fachadas de la plaza, con la consiguiente rotura de centenares de cristales.

Por otra parte, en Portugalete, un joven resultó herido de gravedad tras los disparos que un policía efectuó en un bar, tras mantener ambos una acalorada discusión.

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