¿Los vascos contra Madrid?

«(...) El fin del régimen de Franco produjo en el País Vasco una campaña popular por la amnistía de todos los presos políticos, lo que permitió a ETA echar raíces en el pueblo vasco y conquistar la simpatía de personas y grupos, que se oponen a los actos de violencia de dicha organización terrorista. La libertad de los presos políticos, aun la de los terroristas, se llevó a cabo gradualmente, y bajo la presión de esta campaña, los liberó el Gobierno de Madrid. En las primeras elecciones los grupos de ETA formaron partidos legales e ilegales de simpatizantes. Y se formaron bajo nombres y signos confusos y contradictorios. Se señalaron como grupos abertzales. Los abertzales llevaron al Parlamento de Madrid un diputado y un senador. (...)La democratización obligó a ETA después de la muerte de Franco a disputar con los partidos mayoritarios en el País Vasco. (...)

Estos partidos mayoritarios repudian la violencia. Todos son partidarios de las negociaciones, excepto los comunistas, y de esta forma piensan satisfacer los deseos de independencia de los vascos, obligando a la ETA a renunciar a sus actos de violencia. Uno de los grupos que apoyan a ETA pide la formación de una policía vasca y la retirada de la Policia Armada del País Vasco. Parece que ETA ha abandonado su petición, de que el ejército estacionado en el País Vasco obedezca a las órdenes del Gobierno vasco como poco realista. Se han celebrado diálogos oficiosos con el Gobierno central en Madrid. (...)Un reconocimiento oficial de ETA es difícil, debido a sus divisiones internas, lo que dificulta, mejor dicho, ha hecho imposible, hasta ahora, una suspensión de la lucha que comprenda a todos los grupos etarras.»

26 octubre