Sin pistas de los asesinos de Henri Curiel

La policía francesa carecía ayer de pistas que le conduzcan al descubrimiento de los asesinos del fundador del Partido Comunista egipcio, Henri Curiel, muerto a tiros por personas desconocidas en el ascensor de su casa, el jueves.

El asesinato de Curiel ha sido reivindicado por la organización Delta, grupo creado por los partidarios de una Argelia francesa en 1961. Tras un «silencio» de dieciséis años, reapareció el pasado mes de diciembre, llevando a cabo, desde entonces, ocho atentados, un asesinato entre ellos, en acciones contra grupos árabes. Hasta ahora ha gozado de una total impunidad.El grupo Delta ha lanzado contra Curiel las mismas acusaciones vertidas contra un súbdito argelino, cuyo asesinato también reivindicó: «Militante de la causa árabe» y «traidor a Francia».

Curiel llevaba en París una vida metódica y tranquila. Sin embargo, el jueves rompió sus hábitos y se disponía a abandonar su casa a una hora desacostumbrada. Cuando fue encontrado su cadáver por el portero del edificio, Curiel tenía en la mano su carnet de notas, lo que ha dado pie para especular sobre la posibilidad de que conociese a sus asesinos.

Los círculos israelíes de París han lamentado el asesinato de Curiel, ya que había preconizado y trabajado por el entendimiento entre árabes y judíos.

La viuda de Curiel manifestó ayer que su marido nunca había recibido amenazas de muerte ni tenía constancia de que hubiese sido objeto de seguimientos sospechosos.