Sobre el castillo de Escalona

En mi calidad de arquitecto responsable de las obras de restauración llevadas a cabo en el castillo de Escalona, patrocinadas por la Dirección General de Bellas Artes durante los años 1971, 1974 y 1975, así como las efectuadas a cargo de la propiedad durante el año 1975 en la Torre del Homenaje de dicho castillo, y ante la diversidad deducirse de la nota de Adelpha, publicada en el periódico de su digna dirección, me siento obligado, por razones profesionales obvias, a rogarle la publicación de las puntualizaciones siguientes:1. Las obras que se han llevado a cabo promovidas por la Dirección General de Bellas Artes durante las campañas citadas han efectado al recinto perimetral del castillo (muros exteriores, torres albarranas, antiguo puente de acceso ... ) no habiéndose efectuado en el patio del palacio más que simples labores de desescombro.

Esta labor restauradora, ante el estado de ruina progresiva en la que se encontraba el complejo castrense, lejos de recrearse en reconstrucciones inútiles se ha centrado en labores de recalce, consolidación, saneado e impermeabilización, gracias a las cuales se ha conseguido mantener en pie elementos tan decisivos para la historia del castillo como el puente de acceso, coronación del torreón cilíndrico y otros, sin alterar la fisonomía del monumento.

2. Asimismo, las obras, que por encargo de los propietarios del castillo se llevaron a cabo en la torre del homenaje bajo mi dirección facultativa, se concretaron en la restitución de los forjados de piso y cubierta que estaban arruinados, consolidación de muros y paramentos, limpieza, desescombro y labores similares.

3. Si con posterioridad a estas actuaciones se han llevado a cabo otras obras que Adelpha pueda considerar como «falsificaciones arquitectónicas», tengo interés en precisar que no tengo relación profesional alguna con ellas.