"Amnistía y reforma del Código penitenciario"

A las ocho y media de la tarde varios periodistas lograron acercarse a una de las paredes, de forma que pudieran hablar con los presos sin tener que gritar demasiado. Estos manifestaron que había cuatrocientos amotinados, aunque algunos hacían ascender la cifra a quinientos o seiscientos.A la pregunta de cuáles eran sus peticiones, la respuesta masiva fue: amnistía. Los presos afirmaron que repudiaban la violencia, y que exigían se demostrara la evolución democrática de España mediante una reforma total del actual código penitenciario y del sistema penal y, mientras tanto, por el cese inmediato de la represión, de los malos tratos, de las malas condiciones de vida dentro de las cárceles, y, del traslado a cárceles de provincias lejanas.

Señalaron a continuación que no cederían en su postura hasta que sus reivindicaciones fueran escuchadas. Ante las respuestas simultáneas de varios de ellos, hubo que pedir que alguno se erigierá en portavoz.

El preso elegido confirmó que no bajarían de las azoteas hasta «que venga el presidente Suárez, o un delegado, que podría ser el ministro de Gobernación, Martín Villa».

Mediación denegada

Los periodistas tuvieron que abandonar el lugar, invitados correctamente por la fuerza pública. El oficial que les mandaba les invitó incluso a penetrar en el recinto, lo que hicieron, pero sin llegar a los patios adyacentes a las azoteas.El director de la prisión se negó a recibirles cuando solicitaron una entrevista para conocer la situación interna de la cárcel y las medidas que se pensarán tomar.

Asímismo, dos, abogados, José Luis Galán y Fernando Arribas, se han ofrecido como mediadores en las conversaciones que se puedan. iniciar, pero el subdirector de Carabanchel no admitió tal posibilidad.

No se ha podido confirmar, por tanto, a la hora de cerrar esta edición la veracidad de los rumores que indican que varios presos sé han cortado las venas.