La dimisión de F. Miranda

«La noticia de la dimisión del presidente de las Cortes ha sido un golpe teatral en este momento preelectoral del país. (...)Las opiniones sobre la dimisión son dispares. Según la primera interpretación más optimista: Fernández Miranda, al renunciar al importante cargo que tiene, ha querido dejar el espacio más libre a la España dernocrática que salga de las urnas. La segunda hipótesis, por el contrarto, insinúa que ha habido serias divergencias entre él, el Rey y el jefe del Gobierno en torno a la estructura de la España democrática.

La fidelidad de Fernández Miranda a la Monarquía es absoluta. El personaje ha sido muy discutido por, los nostálgicos del franquismo, que en una ocasión, con motivo de los funerales en memoria de Carrero Blanco, incluso le agredieron físicamente. Las fuerzas democráticas, o sea, todos los partidos, que se presentan en la competición electoral, habían pedido su renuncia. (...)

Puede ocurrir que la dimisión de Fernández Miranda sea una normal operación política para conferir rnayor credibilidad a la inminente democracia española. Pero puede que se trate también de un despido. por motivos todavía imprecisos. Confirmaría esta segunda hipótesis el hecho de que se le haya concedido a Fernández Miranda el título de duque y el Toisón de Oro, que se halla en posesión de muy pocos.

La desaparición de Fernández Miranda de la escena política tiene un efecto secundario desde el punto de vista político, pero para muchos españoles es todavía traumatizante. (...)»

1 junio