Presentación del Circo de Moscú

Ayer se presentó en Madrid, por primera vez, el Circo de Moscú, que pasa por ser la más importante compañía circense de la Unión Soviética, y su primera compañía oficial. La figura, para el público español, es Popov, «el mejor payaso del mundo», «el payaso del sol», crítico, gestero, alegre, equilibrista y domador de monos. Y luego, todo lo demás: trapecistas, equilibristas, domadores, músicos, malabaristas, osos, perros amaestrados, color y luces. Presenta Evguenia Aleksanderovna desde el micrófono, realiza Stanislav Gennadiedich y en el staff del circo están Ángel y Renata Cristo, directores, Juan Carcelle, organizador artístico y Jesús Garrido, director de ruta.

El circo tiene una larga tradición en la URSS. Desde el principio de la revolución fue nacionalizado y reconocido como un arte al mismo nivel que cualquiera de las otras artes de expresión. Desde 1961 funcionan escuelas de arte circense y hasta una facultad universitaria que prepara artistas y enseñantes del género, y propicia la investigación en esta forma de expresión. Funcionan ya cuarenta circos fijos en la URSS, a cargo del Estado, y quince circos más, los capitales.

Cincuenta compañías ambulantes recorren las tierras de la URSS, y se calculan en sesenta millones los espectadores anuales de circo. Esta compañía, el Circo Soviético de Moscú, se creó por decreto en 1919, y desde entonces viene funcionando.