Toque de atención de Hansi Flick al Lamine Yamal más ambicioso: “Tiene que centrarse en esforzarse mucho”

“Lamine Yamal es excepcional, pero tiene que centrarse en esforzarse mucho”. Ni ambivalente ni paradójico, Hansi Flick buscaba mandar un mensaje claro a su chico estrella: la cultura del esfuerzo. Unos minutos antes de la rueda de prensa, el 10 del Barcelona había sido el último (junto a Ferran Torres) en marcharse del entrenamiento azulgrana en la previa del duelo frente al PSG (21.00, Movistar), después de ejercitar definición y practicar penaltis.

Acostumbrado a ser uno de los primeros (o el primero) en marcharse a los vestuarios en las sesiones de trabajo durante la semana, ajeno a las normas estrictas del cuerpo técnico (“Él sí puede llegar tarde que juega igual”, señala uno de los azulgrana), Lamine Yamal reapareció tras su lesión en el pubis con una capacidad de trabajo que sorprendió a todos en la Ciudad Deportiva del Barcelona.

“Es excepcional, pero hay otros jugadores excepcionales en el equipo. No siempre es fácil. Llega un punto al que llegas con talento, pero, para pasar al siguiente nivel, uno o dos escalones más, hay que esforzarse. No se trata solo de jugar con el balón, también de defender. Es lo que necesitamos de todos los jugadores, no solo de él. Es un gran jugador con el balón y eso es lo que marca la diferencia”, insistió el técnico alemán. Su discurso público, ahora sí, es coherente con sus exigencias en privado.

El pasado lunes, tras la gala del Balón de Oro, Lamine Yamal tenía pensado quedarse celebrando en París. No importaba el resultado. Sin embargo, tras ver cómo Dembélé se quedaba con el premio gordo de la noche, Hansi Flick canceló la fiesta del 10. El 10 ni chistó. Al contrario, todavía sin el alta médica, señaló en rojo el partido de este miércoles frente al PSG, su estreno en la Liga de Campeones después de perderse el duelo frente a Newcastle. “Después de perder con Dembélé, está con unas ganas tremendas de jugar contra el PSG. Es su combustible”, cuentan desde el entorno del jugador.

Y desde que regresó de París activó el modo cultura del esfuerzo que tanto disfruta Hansi Flick, a pesar de que él cuenta con permisos implícitos para dosificarse. “En casi todos los entrenamientos fue uno de los últimos en irse del campo”, explica una fuente de la Ciudad Deportiva. La primera muestra de que regresó como si nunca se hubiera ido fue ante la Real Sociedad. Solo 30 segundos le bastaron para asistir a Lewandowski. Lleva cuatro asistencias y dos goles en 302 minutos disputados con el Barcelona esta temporada. Además, hay que sumarle otros tres pases de gol que firmó con la selección española en los dos primeros partidos de la clasificación rumbo al Mundial 2026.

Con Lamine seguro en el once inicial ante el París, Flick trabajó con Rashford en la otra ala del ataque. El inglés también suma cuatro asistencias y dos goles, pero en 457 minutos. “Todo el mundo lo ha podido ver en los últimos partidos. En Newcastle cogió mucha confianza. No siempre es fácil, venía de otra liga. Se está adaptando bien”, destacó Flick al exjugador del Manchester United. La duda de Flick, entonces, pasa por el delantero centro. Lewandowski y Ferran Torres opositan por un lugar ante el PSG, hasta ahora el partido más importante del Barça en la temporada. “Para los 90 minutos, necesitamos a los dos. Ya veremos quién es titular”, deslizó Flick antes de recibir al defensor del título en Montjuïc.

“Somos el Barcelona y nos gusta ser favoritos en la Champions, pero sabemos que es un camino muy largo y que tenemos un rival espectacular delante. No pienso en el último choque contra el PSG porque nos hemos de centrar en este. El pasado es diferente al momento actual. Todo ha cambiado completamente”, concluyó el preparador alemán. No le falta razón al técnico. Por entonces, cuando el PSG vapuleó al Barça en Montjuïc, Xavi Hernández estaba sentado en el banquillo azulgrana y Lamine Yamal estaba tan verde que hasta fue el damnificado tras la expulsión de Araujo —lo reemplazó Iñigo Martínez en el minuto 34—. Hoy manda Flick y Lamine es el líder del Barça. Eso sí, de vez en cuando, el alemán busca bajar a tierra a Lamine: “Tiene 18 años y también se tiene que centrar en esforzarse mucho”.