Cuando pirateas fútbol te piratean a ti
Los riesgos invisibles para millones de usuarios que consumen emisiones ilegales en España

El partido está a punto de comenzar. Ya se conocen las alineaciones de los equipos. Siete clics. Con eso basta. Eso es lo que, en promedio, le cuesta a alguien llegar desde un buscador a una emisión ilegal del encuentro. Lo explica el responsable de la Oficina Antifraude de LALIGA, Guillermo Rodríguez, que advierte de que cada uno de esos umbrales cruzados entraña un riesgo del que no somos suficientemente conscientes: “La piratería no es solo un negocio que mueve miles de millones. Cuando uno accede gratis a estas plataformas ilegítimas lo que pone en juego es que le roben su información personal y trafiquen con ella, se está pirateando a sí mismo”.
En España, de media, los internautas acceden a contenido audiovisual de forma irregular 8,5 veces al mes. Más o menos lo mismo que el resto de los europeos, según el informe de principios de año de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Pero sí hay una diferencia significativa: los españoles pirateamos un 30% más las emisiones en directo de eventos deportivos, en especial, el fútbol.
“Según nuestros cálculos”, indica Rodríguez, “hay jornadas en las que estas conexiones ilícitas suponen hasta un 30% de la audiencia de un partido”. ¿Qué consecuencias tiene esta práctica que afecta a todas las industrias culturales y del entretenimiento? En Europa hay 65.000 familias que viven del fútbol; para España, supone el 1,4% de su PIB, entre empleos directos e indirectos, de acuerdo con los datos de LALIGA. Pero, más allá de lo económico, las primeras secuelas de esta lacra afectan a los propios usuarios. ¿Sabemos a qué nos enfrentamos?
Los riesgos de adentrarse en las sombras
Robo de datos personales
Las aplicaciones ilegales acceden sin tu consentimiento a tus contactos, tu localización GPS, la cámara y el micrófono del teléfono, fotos y contraseñas.
Infección por ‘malware’
Tus dispositivos, incluida la televisión, pueden infectarse con ‘software’ malicioso, también sin descargar ni instalar nada, volviéndose vulnerables a ataques externos. Su funcionamiento corre riesgo.
Robos y fraudes bancarios
Los piratas pueden acceder también a tu ‘wallet’, tu billetero electrónico, e incluso a tus datos bancarios.
Accesos no autorizados
Los piratas pueden incluso tomar el control de tu dispositivo y utilizarlo para sus propios fines.
Fuente: Equipo antifraude de LALIGA y Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial de la Policía Nacional.
Según la EUIPO, ocho de cada diez consumidores de piratería afirman ser conscientes de que acudir a fuentes ilegales puede suponer una amenaza, pero, a la hora de la verdad, no hay noción del peligro y de todo lo que ocurre detrás del hecho de que uno esté viendo sin pagar, en el salón de casa, el partido de su equipo. Lo advierte la Interpol: los servicios de piratería generan ingresos vendiendo sus datos (información personal, historial de navegación…) a terceros y remitiendo a otras páginas web mediante publicidades engañosas. La amenaza es muy real: la información sustraída se comercializa y acaba en manos de mafias y bandas organizadas, con consecuencias que van desde provocar “que el usuario sea víctima de estafas”, como explica el Inspector Jefe de la Sección de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial de la Policía Nacional José Luis Gómez Pidal, hasta fraudes financieros, suplantación de identidad o cuentas bancarias vaciadas en minutos.
“Apoyar la piratería puede suponer, indirectamente, apoyar el narcotráfico o incluso el terrorismo”Guillermo Rodríguez, responsable de la oficina Antifraude de LALIGA
“La piratería genera mucho dinero. Y quien lo gana lo deriva a estructuras de blanqueo como tráfico de drogas y otros delitos”, informa el Inspector Jefe Gómez Pidal. Y no lo dice en vano. Durante la operación Kratos, en la que LALIGA colaboró con Europol, se desmanteló una red que distribuía ilegalmente más de 2.500 canales de televisión a más de 22 millones de usuarios de todo el mundo. ¿Qué se incautó en el operativo? Drogas, armas, criptomonedas por un valor cercano a los 1,6 millones de euros y 40.000 euros en efectivo. En las mismas fechas, a finales del año pasado, en Italia, las autoridades desarbolaron una red de televisión pirata que generaba, según su valoración, unos 3.000 millones al año: “La tasa de beneficio que se obtiene con estas actividades ilegales, y con mucho menos riesgo, es equivalente a la del tráfico de cocaína”, dijo entonces al Financial Times el fiscal del caso, Francesco Curcio.
Es por todo ello por lo que Guillermo Rodríguez sostiene que “muchos usuarios no son conscientes de que al acceder a contenido pirata pueden estar apoyando indirectamente otras actividades ilícitas, que el dinero obtenido a través de la piratería puede financiar otro tipo de actividades criminales como el narcotráfico e incluso terrorismo”.
Existen, además, evidencias sobradas de esos otros riesgos de ciberseguridad. El informe de diciembre de 2024 de la agencia de investigación Walnut Unlimited y de Industry Trust, la encargada en Reino Unido de velar por las empresas del audiovisual y sus consumidores, probó que más de 2,7 millones de hogares británicos se infectaron de virus informáticos por instalar en sus Fire Sticks de Amazon —un dispositivo para conectar sin cable televisión y smartphone— aplicaciones de emisiones ilegales. Tanto es así que, recientemente, Amazon vetó el uso de cualquier aplicación no oficial en sus dispositivos, para evitar nuevos casos.
Quien consume fútbol pirata, se convierte en el objetivo de los cibercriminales
Quedan lejos los tiempos en los que la piratería consistía en esas webs que, como Rojadirecta, te enlazaban a través de una selva intransitable de ventanas emergentes a una dirección en la que tres de cada cuatro veces lo que se veía no era el partido que querías o, si tenías suerte y acertabas, lo que contemplabas era una imagen defectuosa y con cortes frecuentes. “Se ha profesionalizado”, resume Rodríguez; “ahora hay tecnología, como el ITPV [televisión por protocolos de internet] en la que por una suscripción mensual ridícula tienes 25.000 canales en alta definición y, por supuesto, todo el fútbol”. Es una industria en sí misma, parasitaria de todas las demás y huidiza de las investigaciones policiales y las acciones legales.

Una realidad cuyos peligros quedan más de manifiesto cuando se cruza con otras estadísticas, como que en 2025 se promedian más de 45.000 ciberataques diarios en España, según un informe de la empresa tecnológica Datos101 del pasado mes de marzo. Ambos conceptos, seguridad informática y piratería, están relacionados muy directamente.
“Tenemos la tecnología y el marco legal para ponerle freno. Falta voluntad”Guillermo Rodríguez, responsable de la oficina Antifraude de LALIGA
Para la proliferación de este negocio ilegal hacen falta, dice Rodríguez, ciertos colaboradores necesarios, que también se benefician de lo que genera la piratería: “Conocemos las aplicaciones ilegales que, sin embargo, las compañías se niegan a eliminar de sus Stores [las plataformas oficiales de descarga de apps]; sabemos qué servicios infringen la propiedad intelectual reiteradamente y, no obstante, los gigantes de internet continúan alojándolos en sus servidores y se niegan a bloquear o cortar las emisiones”.
Cada jornada LALIGA, cuenta Rodríguez, remite un informe a grandes compañías localizando direcciones IP que emiten contenido ilegal; “Miran para otro lado”, dice. ¿Podrían actuar? La respuesta de Rodríguez es vehemente: “¡Claro! Es una cuestión de falta de voluntad”.
Estas apps sospechosas son un imán, explica, para que los criminales actúen, y cuentan todas con elementos comunes: precios demasiado bajos o acceso gratuito, instalación dudosa y con permisos excesivos o una experiencia de usuario deficiente.
La política llevada a cabo por LALIGA y con amparo judicial de bloquear ipso facto esas emisiones piratas surte efecto: según Rodríguez, esta última temporada descendió notablemente el porcentaje de emisiones piratas de la competición. En unas declaraciones de enero de 2025, el presidente Javier Tebas, adalid de la batalla contra este negocio ilegal, afirmaba que si esta política se extendiese “en un año sería capaz de erradicar el 80% de la piratería”. Y esa parece ser una de las vías activas.
Un gran riesgo que los consumidores pueden prevenir
El acto de consumir contenido pirata supone un riesgo grave, según alertan tanto los cuerpos y fuerzas de seguridad como reguladores y autoridades nacionales e internacionales. Los usuarios quedan expuestos a amenazas que comprometen su seguridad al estar entregando voluntariamente lo que buscan las redes criminales que operan en la clandestinidad.

Por ello, entre otras medidas, recomiendan mantener siempre actualizado el software y el antivirus para garantizar la detección y bloqueo de amenazas conocidas. Si el sistema advierte de un riesgo de infección, hay que atender la alerta.
“Es clave elegir servicios oficiales de streaming, que ofrecen una experiencia segura para los datos de los usuarios”, indica Rodríguez, que explica que, si en algún momento cunde la duda: “En la web oficial de LALIGA, en la sección Dónde ver LALIGA, se pueden identificar los broadcasters que tienen autorización para distribuir los derechos audiovisuales en cada uno de los países alrededor del mundo”.