Ander Martín y el remo de mar, el nuevo deporte olímpico en el que España mira al oro
Subcampeón europeo hace un mes, el palista de Torrevieja busca ahora la gloria en el Mundial de ‘beach sprint’, una disciplina que será olímpica en Los Ángeles 2028


Es palista y, dice, no sabe correr. A priori, nada preocupante para un deporte, el remo, que se desarrolla sin salir del agua. Todo cambia sin embargo en su modalidad, el remo de mar, una disciplina que, proyectada en 2011, será olímpica por primera vez en Los Ángeles 2028. En ella, Ander Martín (Torrevieja, 25 años) arranca en la arena, lejos de su bote. Con el pistoletazo de salida, corre hasta la orilla, donde salta a la embarcación para, entonces sí, remar mar adentro hasta su boya, a 250 metros de la arena. Tras rodearla, y sin perder de vista a su rival, hunde el remo en el agua hasta volver a tierra firme, donde, extasiado, rehace su carrera en la arena antes de lanzarse, de forma literal, a la línea de meta.
“Todo es muy explosivo de principio a fin. Yo, por ejemplo, en las últimas pruebas he superado las 210 pulsaciones por minuto, algo menos que las 214 que llegué a registrar como cadete o juvenil”, cuenta a EL PAÍS el alicantino, plata en los Europeos de octubre en los que solo un error al subir al barco le privó de la gloria continental en la final individual masculina (CM1x) ante el británico James Cox. “A pesar del fallo, pensaba que lo cogía. Creo que no se apreció del todo bien en televisión, pero llegó a sacarme muchísima distancia, y aun así estaba convencido de que lo pillaba. Al final me quedé a muy poco, pero no fui capaz”.
La plata europea alimentó, más si cabe, el hambre de Martín para el Mundial de beach sprint que se celebra este fin de semana en Manavgat (Turquía). “El objetivo, por supuesto, es ir a por el oro”, advierte el alicantino antes de marcar el cuarto mejor tiempo en la contrarreloj preliminar, la que establece el orden de los cruces eliminatorios que arrancan hoy. “Al final, en el Europeo están el 60% o el 70% de los mejores palistas del planeta, pero en un Mundial entran países que son muy fuertes, como China, Australia, Nueva Zelanda o Estados Unidos, que tiene al vigente campeón del mundo [Christopher Bak]”.

Aun así, el resultado de este fin de semana no marcará la nota del curso. No al menos para él. “Uno de los grandes objetivos que tenía marcado para este año y el que viene es el de especializarme más en la carrera, porque noto que tengo carencias... ¡Todos corremos fatal!”, explica entre risas. “Es verdad que no es el grueso de la prueba, y por eso solo lo trabajamos uno o dos días a la semana, pero me parece importantísimo. Yo al final siento que tengo mucha fuerza y en el agua puedo tirar con ello, pero la técnica de carrera es algo que aún tengo que perfeccionar mucho”.
“En el Mundial, por ejemplo, las diferencias van a ser mínimas”, explica Martín, calculador también lejos del mar. “Entre el campeón del mundo y el octavo clasificado igual hay dos segundos de diferencia, no más. Y eso, en una prueba como la nuestra, que apenas dura dos minutos y medio, es poquísimo. El margen de error es minúsculo. Es decir, el que tenga un fallo, por pequeño que sea, se queda fuera”.
Algo similar ocurrirá en Los Ángeles, donde el beach sprint o remo de mar se estrenará como deporte olímpico en verano de 2028. “Aún estamos a expensas de saber cómo será el formato”, aclara Martín. Todo apunta a que la competición se concentrará en solo dos jornadas, algo que obligaría a los palistas a remar cuatro o cinco veces al día. “Para que la gente se haga una idea, ahora mismo rara vez hacemos más de dos el mismo día. La recuperación, por tanto, va a ser fundamental. Ya no solo la física, también la mental. Cada detalle va a ser clave”.

La meta, no obstante, sí parece clara. “Ganar el oro olímpico sería cumplir con una visión que ha ido creciendo dentro de mí desde hace tiempo. Es algo que me cuesta mucho explicar, pero que siento así”, asegura. “Para mí, simplemente poder trabajar para ello y tenerlo como objetivo ya es ganar. Pero llegados a ese punto, quiero más. Voy a dejarlo todo, el 200% o el 300%, por este cometido. Si me dejan hacer como hasta ahora, se nos brindan los recursos y, toco madera, la salud me respeta, creo que no es ninguna locura pensar en que el sueño del oro olímpico pueda hacerse realidad”.
Martín también entrena a sus rivales
Natural de La Mata, pedanía costera al norte de Torrevieja, Martín defiende que no hay playas, para el remo o para el ocio, como las de la costa alicantina. Por ello, el pasado curso cristalizó una idea de negocio que surgió años atrás en Irlanda. “Mi socia [Eimear McCormack] me dio el empujón que necesitaba para hacer realidad algo que llevaba tiempo imaginando”, cuenta. Así creó la Beach Sprint Academy de Torrevieja, una suerte de centro de alto rendimiento al que acuden los mejores palistas del mundo para entrenar bajo unas condiciones “únicas” de agua, viento y sol.
“El ambiente es una auténtica maravilla para entrenar. Ya no es solo lo climatológico, que también, sino que la propia ubicación del puerto permite que todos los palistas que vengan de fuera puedan ir andando a cualquier sitio”, resume con el pecho lleno de orgullo. “Este año no hemos querido coger muchos grupos [de entrenamiento] y hemos priorizado la calidad por encima de la cantidad. Queremos trabajar bien y que quien venga lo note”.
“Casualidades de la vida, el chico que me ganó el Europeo el mes pasado [el británico James Cox] ha estado entrenando conmigo en la Academia”, concluye Martín, encantado de compaginar la alta exigencia competitiva con un proyecto personal tan ligado a sus raíces. “Al final, mi objetivo a medio plazo es consolidar la Academia como una referencia del remo de mar”.
Mientras llega, o no, tal propósito, España se descubre como una de las indiscutibles dominadoras del beach sprint. “Desde 2021 hemos ganado casi todos los medalleros internacionales. Solo falló el del año pasado, que fuimos terceros”, sentencia Martín, estandarte del equipo nacional junto a Adrián Miramón, Teresa Díaz o Esther Briz. “Ahora está en nosotros cumplir con las expectativas, mantenernos y demostrar por qué España es una potencia en este deporte”.
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