“No fuimos nosotros”

La autocrítica fue general en el Barcelona tras su sexta derrota, asumida por el mal juego, en unas semifinales de la Euroliga. El gran candidato era y es el CSKA, pero ante el Olympiacos las apuestas favorecían a los azulgrana. “Una final four es esto. El equipo favorito tiene mucha presión y hoy la hemos sentido, nos ha aplastado”, confesó Xavi Pascual, que en cuatro años lleva tres, pero con solo un título, el de París en 2010 y precisamente frente al conjunto griego.

“La ilusión que teníamos junto a la entrada en el encuentro nos han marcado. El 8-0 siempre nos ha hecho ir a remolque”, prosiguió Pascual. Las bajas prestaciones de varios jugadores como Ingles y Eidson, además de Mickeal, con una canasta en siete lanzamientos, e incluso de los bases, que no acertaron a frenar a Spanoulis, provocaron su comentario siguiente: “Varios han actuado por debajo de su nivel. Algunos han estado mucho rato fuera del partido”.

Los tres últimos minutos, en los que el Barça se situó a dos puntos, también merecieron su reflexión: “Luchamos, sí. Pusimos coraje y entrega. Tuvimos dos lanzamientos ganadores, pero... Fallamos en una penetración, en un tiro de tres... Y ellos lograron puntos increíbles desde el rincón”.

“Un revés que hace daño”

Sobre las consecuencias del revés, puntualizó: “Esto es lo que es. No hay tiempo para lamentarse. Hay que engancharse a los playoffs de la Liga [el jueves, contra el Lucentum Alicante], pero este tropiezo es de los que hacen daño porque no hemos sido nosotros. Defensivamente, estuvimos correctos. Ellos lo metieron todo y solo sumaron 68 puntos. Pero en el ataque nos faltó fluidez, decisión, determinación y acierto”.

El Barça no fue el Barça a pesar de que una de las consignas era no perder el estilo, las características en el juego. “Perdimos por no haber jugado como lo habíamos preparado, por no haber mantenido nuestra identidad. Pagamos eso y quizá un poco también la inexperiencia”, afirmó Sada.

El capitán, Navarro, coincidió en parte con lo manifestado por el base. “Ellos tuvieron el control. Esa fue la clave de su victoria. No fuimos fieles a nuestro estilo. Salimos nerviosos y fallamos tiros. En cambio, ellos, en los momentos clave, anotaron”.

El brasileño Marcelinho Huertas, cabizbajo, resumió: “Un jarro de agua fría. Contra nosotros, ellos siempre ven el aro más grande”.