El Espanyol recupera el pulso

El Espanyol recuperó el pulso de la Liga después de un mes de competición aletargado, derrotado en los tres últimos partidos y al margen de la zona de Liga de Campeones, donde volvió tras reencontrarse con el triunfo tras batir al Getafe hoy por 0-1. El conjunto de Ernesto Valverde carece aún del nivel de juego que solidificó su proyecto en el tramo inicial del curso. Pero su victoria en el Coliseúm Alfonso Pérez, llena de oficio, ha devuelto la autoestima al equipo, ahora tercero en la clasificación. El Getafe, por su parte, no consigue desligarse de la irregularidad que le mantiene oscilando por la tabla durante el curso, a pesar de su empuje.

Un arreón visitante cortó de raíz el entusiasmo del Getafe, adueñado del balón y de las ambiciones atacantes. No hubo, sin embargo, llegadas claras. Sólo asomó el gol con un disparo de Jaime Gavilán al cuarto de hora. Un tiro lejano, raso y colocado, envenenado al final, que puso en apuros a Kiko Casilla.

Sin embargo, el Espanyol respondió con contundencia, a la contra y con determinación. Iván de la Peña abrió el juego a Rufete, que sacó un centro perfecto al área pequeña de la meta de Roberto Abbondanzieri. Jonathan Soriano, que había ganado la espalda al Cata Díaz, batió al meta argentino.

De la Peña se gusta

La situación pudo ponerse peor para los locales en pleno desbarajuste. Abrumado por el mazazo. Valmiro López ''Valdo'', dueño de la banda izquierda, disparó al larguero a pase de De la Peña. Con el centrocampista cántabro enchufado al partido cada pérdida suponía una amenaza para el Getafe. Mientras aguantó físicamente dio velocidad a las transiciones visitantes auxiliado por Luis García y Rufete, en especial.

Sin grandes recursos, sin el orden que suele impartir Esteban Granero, que cumplió el partido de sanción, el equipo de Michael Laudrup buscó salida en el disparo lejano. Manu del Moral lo intentó y su ejecución rozó el palo.

El Getafe pudo empatar antes del intermedio. En la última acción, el argentino Lucas Matías Licht empleó una buena asistencia cabeceada por del Moral. El balón se marchó fuera. La vuelta al césped desveló mayor brío en los locales.

Asedio del Getafe

El Getafe descargó toda su furia en el último tercio del encuentro. Dejó de lado la elaboración que presume su fútbol y propuso un duelo más físico y apresurado. Sintomática fue la acción a falta de veinte minutos. Manejada por Rubén de la Red, con un par de disparos, un rechace de Casilla al larguero y un balón resuelto en la línea de gol en el disparo posterior de Pablo Hernández. El balón se paseó por todo el alrededor de la meta visitante. No entró.

La salida al césped de Javier Casquero fue la penúltima baza empleada por Laudrup, que a había recurrido a Braulio. Salió por De la Red, alternativa que disgustó al público. Pero los disparos del centrocampista toledano son una baza fiable. Después, el último cartucho. Kepa Blanco por el central David Belenguer. Para entonces ya había saltado al césped el internacional del Espanyol Albert Riera, condenado por Ernesto Valverde al banquillo en beneficio de Valdo, al que sustituyó.

El fuelle local se desinfló en el tramo final. Carente de orden, sus opciones decayeron y la intención fue insuficiente para evitar la derrota.