Los retos de un sector imprescindible de la economía (que nunca sale en las fotos)
El Banco Santander y su Fundación reúnen a más de 100 entidades sociales para estrechar su colaboración y tejer una red que facilite que el Tercer Sector, que atiende a más de 20 millones de beneficiarios, sea más eficiente
Existen en España del orden de 30.000 entidades dedicadas a propósitos humanitarios, sociales, medioambientales o, también, del ámbito cultural (datos de Fundación PwC). Fundaciones y ONG privadas, sin ánimo de lucro que, sin embargo, como apunta Juan Manuel Cendoya, vicepresidente de Santander España y director general de Comunicación de Banco Santander, aportan más de 600.000 empleos y atienden a más de 20 millones de beneficiarios: “El país necesita de su labor para continuar con su gran salto adelante”, apunta.
Hoy, estas organizaciones del llamado Tercer Sector, afrontan como les ocurre a las pymes (99,8% de nuestro tejido económico, según el Ministerio de Industria), un momento clave: ¿y si en la digitalización y las nuevas herramientas tecnológicas hallaran el camino para maximizar su impacto? ¿Pueden reducir el tiempo que dedican a burocracia o gestión financiera y desarrollar su actividad de una manera más eficaz?
La fotografía del Tercer Sector a partir de los más de 100 participantes del congreso de Red Solidaria
Los tres principales ámbitos de actuación de fundaciones y ONG son:
Tamaño
Presupuesto
Datos: Fundación Banco Santander
Las ONG con menos medios pierden el 80% de su tiempo enredadas en papeles y burocracias, y no en cumplir su cometido
Arturo Rodríguez Responsable de Comunicación y Captación de Fondos de CESAL
La respuesta es claramente afirmativa. Y no pueden sentirse solas frente a semejante reto. Por eso el Banco Santander y su Fundación reunieron en la primera semana de diciembre en su sede de Boadilla del Monte (Madrid) a más de 100 entidades, la mitad de las que conforman su Red Solidaria (las beneficiarias de alguno de sus programas de financiación). Un encuentro celebrado con vistas a un lago y un bosque de olivos calabreses; un paisaje que, aun visto desde el otro lado del cristal, invitaba justamente a lo que tuvo lugar durante la jornada: la reflexión y la definición de una nueva estrategia, que persigue estrechar lazos entre las participantes, tejer una verdadera red de colaboración.
Historias diversas, problemas comunes
Dice un verso de WarsanShire, refugiada somalí, que nadie abandona su hogar, a menos que su casa sea la boca de un tiburón. Ousman Umar, oriundo de Ghana, fundador de la ONG NascoFeedingMinds y presente en el encuentro, quería evitar a toda costa que compatriotas suyos acabaran montados en una patera y dejándose la vida en la travesía, así que, de la mano del Santander, impulsó un proyecto: impartir formación a jóvenes de este país del golfo de Guinea que ahora, desde allí, programan para empresas españolas.
En Cesal, una ONG que ya ronda los 500 empleados, gestionan centros de acogida para refugiados que llegan huyendo de violencia o conflictos, de lugares donde su subsistencia se ve amenazada. Pero su labor va más allá: sus escuelas de cocina los preparan para cualquiera de los oficios de hostelería y restauración, un cometido en el que son ya todo un referente. “Los últimos 14 alumnos que hemos formado están actualmente trabajando”, cuenta Arturo Rodríguez, responsable de comunicación, también presente en el encuentro. “Cuando se habla de integración, en nuestra organización creemos que lo fundamental, el primer paso, es siempre encontrar un empleo, que sean autosuficientes”.
Sin notoriedad, si no te conocen, no puedes generar confianza entre el público; y sin ellos no es fácil crecer ni tener impacto
José Ángel Palacios Responsable de la ONG Grandes Amigos, dedicada a paliar la soledad no deseada en mayores
Personas con capacidades diversas, violencia de género, investigación científica, salud o incluso tercera edad y soledad: las entidades presentes se dedican a tareas cruciales para la sociedad española y, como afirma Cendoya —él es además voluntario en la ONG Entreculturas— todas se han profesionalizado en los últimos años. No obstante, las dificultades que casi unánimemente vislumbran estriban en las mismas cuestiones.
Arranca la primera clase de la mañana y el consultor José Luis Herrero lanza varias preguntas: “¿Tenéis planes financieros?, ¿cómo gestionáis vuestra información económica?”. Los participantes escanean un QR y responden, en un debate que luego se traslada de viva voz a las butacas, y que deja claro que las entidades comprenden el papel trascendental de los departamentos económicos en la toma de decisiones, pero también se ven a menudo abrumadas por las muchas horas que estas cuestiones les roban.
María Ruiz-Moyano, directora de Acción Social de Banco Santander, tiene el ferviente deseo de contribuir a ponerle remedio: quiere ayudarles no solo en la captación económica o para alcanzar la sostenibilidad. “Queremos acompañarles en su crecimiento, ofreciéndoles herramientas y conocimientos que fortalezcan su labor”, afirma quien ya ha puesto en marcha varias medidas concretas muy útiles. Por ejemplo, una web que conecta a las ONG con voluntarios o profesionales capaces de echar una mano en el impulso de sus proyectos; o con la redacción de contenidos formativos sobre distintos campos en los que el Banco Santander es experto, que por ahora están disponibles solo para las entidades de Red Solidaria, pero que pronto podrían ofrecerse para cualquiera del Tercer Sector.

La tecnología, el aliado indispensable
La sociedad mira con buenos ojos a las ONG, el Tercer Sector mantiene su sólida reputación. Pero, para que su labor llegue de veras a los potenciales beneficiarios, como dice José Ángel Palacios, de Grandes Amigos, necesitan darse a conocer. Si añadimos a las obligaciones financieras, tareas de comunicación o marketing solamente para poder llevar a cabo aquello que se proponen, para cumplir con la razón por la que se fundó su entidad, ¿cómo pueden asumir tan ingente carga entidades pequeñitas? Una pista: con ayuda.
“Si, de pronto, dispusierais de 10 horas más a la semana para trabajar en vuestras organizaciones, ¿qué haríais?”. Con esa pregunta, Juan José Prieto y José Palacio, especialistas del Banco Santander en Ciberseguridad e Inteligencia Artificial, les ofrecen a los participantes durante su charla ya una dimensión de cuánto podrían beneficiarse del uso habitual de herramientas tecnológicas y de inteligencia artificial generativa para tareas como la creación de contenidos, para la redacción de nuevos proyectos o para la memoria y la justificación de aquellos que ya han llevado a cabo con subvenciones que requieren de una correcta rendición de cuentas. El preciado regalo del tiempo, para destinarlo a lo que de verdad importa.
Conrado Giménez, biólogo molecular que redirigió su carrera con varios postgrados de administración empresarial hacia la banca, cambió de rumbo definitivamente en el año 2000, cuando constituyó la Fundación Madrina, dedicada a combatir la pobreza infantil y a ayudar a las madres más vulnerables. Atienden más de 500 casos mensuales, su día a día es un sinvivir de correos y llamadas telefónicas, contando casos que alguien debe luego gestionar y pasar a una base de datos… “¿Podría automatizar procesos?”, pregunta con una nota de esperanza, y cuando escucha que sí, que la IA ya es capaz de transformar una voz en texto y esta en datos listos para almacenar, su entusiasmo es perentorio. Un ejemplo más del futuro del sector.

Rara vez salen en la foto y, sin embargo, sin el esfuerzo del Tercer Sector, el futuro de España sería muy distinto. Por eso, apunta Borja Baselga, director de la Fundación Banco Santander, “hay que acompañar a las ONG, más allá de darles financiación. Hay que escuchar sus demandas y atender otras necesidades, especialmente formativas”.
Poner el foco en la infancia y la adolescencia
Más del 20% de las entidades de Red Solidaria del Banco Santander están consagradas a la protección de la infancia. Natural, teniendo en cuenta que la tasa de pobreza infantil de España es la mayor de toda la UE, según el último informe anual de la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES).
El IX Informe sobre exclusión y desarrollo social en España de la fundación Foessa y Cáritas ahonda en el retrato de esa realidad y en el fracaso de la educación para limar la desigualdad creciente. Susana Gómez, directora de estrategia en la Fundación, hace énfasis en esta preocupación: “La probabilidad de no alcanzar la ESO entre hijos de trabajadores no cualificados duplica a la tasa general, un 20% frente al 10,8%”. Ya no sirve siquiera la educación obligatoria como dique. “No completar estudios superiores a la ESO multiplica por 2,7 el riesgo de exclusión severa”.
Cargados de razones, desde la Fundación Santander decidieron hacer un viraje en su programa Santander Ayuda, surgido en 2016. Se decidió desde 2024 centrar su foco en ese ámbito: el del desarrollo educativo de la infancia y la adolescencia en riesgo de pobreza en España.
Dotado con un total de 300.000 euros, las organizaciones que concurran podrán solicitar hasta el 18 de diciembre ayudas por importe máximo de 20.000 euros para sus proyectos, que pueden abarcar desde el refuerzo escolar de los propios pupilos hasta la intervención en las familias y en sus entornos o el desarrollo de actividades socioeducativas diseñadas para su tiempo libre, si estas ayudan a la integración.