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La dibujante Emma Ríos presenta su parábola sobre el horror climático: “Ahora creo más en el ser humano”

La ilustradora gallega publica en castellano ‘Anzuelo’, una novela gráfica de terror en la que ha volcado más de cinco años de angustias y dilemas vitales

Emma Ríos
Sonia Vizoso

Cada mañana, temprano, de una de las mesas del café Vazva de A Coruña emergen seres extraordinarios. Se gestan con vistas a las olas de la playa del Orzán, entre las manos y la imaginación de una clienta especial: la dibujante Emma Ríos (Vilagarcía de Arousa, 49 años), autora junto a Kelly Sue DeConnick de la serie Bella Muerte. Ríos trabaja desde el barrio coruñés de Monte Alto para el mercado estadounidense del cómic y acaba de publicar en España la versión en castellano de Anzuelo (Astiberri), una novela gráfica en la que ha vaciado angustias y dilemas vitales.

Ríos empezó a darle forma hace más de cinco años, mientras atravesaba el duelo por su padre, su abuela y sus gatos, empapándose de lecturas de filósofos pesimistas y asustada por el avance mundial del coronavirus. Contra todo pronóstico, admite, de aquel trance nació una historia de terror aunque humanista, un relato mucho más luminoso de lo previsto, reacción esperanzadora al negativismo en el que se zambulló al principio.

La autora rememora ese proceso creativo “demencial” sentada en ese local que la arropó en tiempos “mentalmente oscuros”. Recibe con timidez la emocionada felicitación de una vecina de mesa. La señora acaba de leer el magno resultado de tantas mañanas de trabajo silencioso y café. Anzuelo prepara su reimpresión en Estados Unidos por el tirón que ha tenido y la dibujante, declarada animalista, está inmersa en el cuidado de los dos gatos que acaba de adoptar. Atrás queda el discurso de que el planeta está perdido, de que ya todo da igual. “Yo era muchísimo más nihilista antes de Anzuelo; ahora soy más humanista, creo más en el ser humano”, afirma.

Viñetas de 'Anzuelo' (Astiberri), de Emma Ríos.

La obra, ilustrada en acuarela, arranca con unos niños que se acaban de conocer y deben afrontar solos y juntos una catástrofe natural. El mar ha empezado a tragárselo todo. En medio del pánico, uno de los críos proclama que prefiere morir antes que matar animales. Es precisamente a través de las distintas formas de reaccionar de los protagonistas ante la distopía como Ríos reflexiona sobre el horror climático, la no violencia, el animalismo, el suicidio, el amor, el altruismo, la autoaceptación o la discriminación. Nadie es del todo bueno. Ni tampoco malo.

Vecina del mar de toda la vida, Ríos siempre ha sentido más atracción por el “rico y misterioso” fondo marino que por el espacio estelar. Para preparar la novela, aplicó su propio método Stanislavski y se lanzó a navegar. Una de sus singladuras, entre Lisboa y A Coruña, en una goleta de 29 metros con 14 tripulantes, coincidió con un fuerte temporal. Estresada, sin dormir, vislumbrando cetáceos en la noche como fantasmas. De esa inmersión nació la atmósfera gráfica que envuelve Anzuelo: “Se mezclaba el cielo con el agua, aquel viaje fue una experiencia mágica”.

En sus travesías, entró en contacto con el mundo de los cetáceos y hoy se declara fascinada por el lenguaje y las “relaciones familiares increíbles” de estos animales. “Las orcas se prestan a los peques de unas madres a otras para que se críen en otras zonas”, apunta.

Ríos, en los bajos del paseo marítimo de A Coruña.

Esta arquitecta de formación se dedica íntegramente al cómic desde hace 17 años. Después de pasar por las editoriales Marvel y DC, con las que sigue realizando encargos puntuales, ahora trabaja para el sello independiente Image Comics, de Portland. Fue fundada en 1992 por siete dibujantes estrella de la factoría de Spider-Man, Hulk o la Viuda Negra que querían cambiar la industria y permitir que los creadores pudiesen mantener los derechos de autor de sus obras. Editar con ellos es casi como una “autopublicación”, alaba Ríos. Ella no solo se queda con los derechos de sus creaciones, sino que elige hasta el tipo de papel. “En España, la industria es ilusionante, hay un montón de gente buenísima trabajando. Pero con mis tiempos y la cantidad de lectores que hay, lo que hago con Image aquí es imposible”, señala. “Anzuelo me ha llevado casi cuatro años de trabajo. Físicamente, porque pensarlo fue más. En Image, el tema de los derechos lo tengo muy controlado y sé que a largo plazo me va a salir rentable”. Lo que sí ha encontrado en España es una editorial que le brinde el mismo control sobre su obra: Astiberri, con sede en Bilbao. “Editan de forma increíble y se preocupan mucho por cada libro”.

Dos sombras amenazan el giro hacia la esperanza de la dibujante gallega: Donald Trump y la inteligencia artificial. Los efectos en la cultura de las políticas antidemocráticas del presidente estadounidense y del descontrol de la IA preocupan mucho a Ríos. “El tipo de relaciones y temas que se reflejan en Anzuelo estarán vetadísimos en nada. Ahora mismo, EE UU es un erial y da mucho miedo”.

Viñetas de 'Anzuelo' (Astiberri), de Emma Ríos.

A los avances siderales de las máquinas tampoco les ve nada positivo de momento. Además de las aplicaciones que copian por la cara sus creaciones y las de tantos otros, alerta del daño a la forma de ganarse la vida de quienes dan sus primeros pasos en el sector. “La IA, a lo mejor no me quita el trabajo a mí porque ya tengo una carrera, pero se está cargando el sustrato. Ningún dibujante o artista se establece como tal inmediatamente. Cuando empiezas en esta profesión, haces trabajos de bajo coste como carteles, pequeñas ilustraciones o libros, que es donde te curtes… No puede ser que los que vienen estén perdiendo esa posibilidad”.

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Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.
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