‘Roberto Devereux’ sube el telón en el Teatro Real

A Gregory Kunde se le entrecorta la voz y se le derraman las lágrimas en la presentación en el Teatro Real. Tras pasar una enfermedad con un pronóstico demoledor, el tenor está de vuelta con el repertorio con el que comenzó. Tras años centrado en Verdi y los compositores franceses, ha retornado al belcanto de Donizetti y en sus ojos se lee que es un renacimiento profesional y personal. "En este momento de mi carrera es muy bonito poder regresar al belcanto, la cuna de donde salí, es como volver a casa", dice emocionado ante su papel en Roberto Devereux en el Teatro Real, que alzará el telón el próximo martes.

Donizetti compuso esta ópera, ambientada en la corte de Isabel I de Inglaterra, en 1837 cuando acababa de enterrar a sus tres hijos y a su mujer. Padecía una depresión que rozaba la locura. "La versión del libreto de Salvatore Cammarano es una visión oscura y expresionista de la realidad histórica. Donizetti luchó contra su enfermedad mental durante su vida, y eso se refleja continuamente en su obra", explica Alessandro Talevi, director de escena de esta historia de pasiones sometidas y reprimidas en lo que es un siniestro retrato psicológico de la monarca inglesa. "He sido fiel no a la historia, sino a la atmósfera de muerte, tortura y miseria que recorre toda la ópera a través del miedo y la ansiedad", añade.

Un papel difícil

Encarna a la reina una de las mejores cantantes belcantistas del planeta, Mariella Devia, que hace dos años causó furor en el Liceu con Il Pirata. "Es un papel difícil, pero da tal satisfacción que me llena por completo", señala. "La música está siempre al servicio de los sentimientos" y "no existe aquí un virtuosismo gratuito", agrega. Antes que ella se han vestido de Isabel I grandes nombres de la lírica —Beverly Sills o Montserrat Caballé—, pero no siente presión tras una vida encomendada al belcanto. Bromea que es la primera vez que interpreta a un personaje más viejo que ella.

A los mandos de la orquesta estará Bruno Campanella, veterano director en este tipo de repertorio italiano. Explica las complejidades de la partitura de Donizetti, ya que incluye muchos metales. El problema es que en la época del compositor esos metales sonaban de manera natural y no tan fuertes como ahora, por lo que hay que medir muy bien cada matiz para que no se coma a los cantantes.

El director apunta a una leyenda para poner en contexto la atormentada vida de la reina: Isabel fue obligada de niña por Enrique VIII a presenciar la decapitación de su madre, Ana Bolena. Ese hecho queda reflejado en la ópera con un "hachazo" rotundo que aparece de vez en cuando y que sirve de premonitorio aviso a Devereux sobre cuál será su final. La ópera —cuyo reparto completan Ismael Jordi, Silvia Tro, María Pia Piscitelli o Ángel Ódena— permanecerá en cartel en el Teatro Real entre el 22 de septiembre y el 8 de octubre.