El italiano actualiza el fondo de armario de la mujer práctica con chaquetas y abrigos arropados y de corte clásico. Pero también deja espacio en la pasarela para propuestas más arriesgadas, como los gabanes de pelo.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)Armani recupera las faldas y vestidos de corte evasé, algunas incluso con péplum, para la próxima temporada. Sus propuestas son holgadas y cómodas.ALESSANDRO GAROFALO (REUTERS)Y también los vestidos de fiesta de Emporio Armani, que recurre al terciopelo y lo adereza con pequeños detalles en forma de brillantes o perlas.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)Camisetas con estampados de chaquetas masculinas ayudaban a imaginar una silueta masculina que, sin embargo, rezumaba femineidad.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)Los sombreros bowling crecen de tamaño hasta duplicar el de la cabeza. Como si se hubieran inspirado en los modelos que luce el rapero Pharrell Williams.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)No puede faltar en las propuestas de armani un guiño a oriente. En este caso se hace en forma de turbantes rematados por perlas que se llevan al cuello como los tuaregs.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)Un guiño a la femineidad que esconden los accesorios masculinos. Esta especie de corbata es, en realidad, un collar gigante. El estilismo se decanta por la bicromía, entre el negro y el azul.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)Incluso el calzado de esta temporada es cómodo, unos mocasines con dos perlas ribeteadas, al hilo de las demás piezas de la colección.ALESSANDRO BIANCHI (REUTERS)Giorgio Armani, que este verano cumple 80 años, salió a saludar tras el desfile de Emporio Armani.ALESSANDRO GAROFALO (REUTERS)
