A pesar de la inspiración medieval, Alexander McQueen no cerró los ojos a la innovación y consiguió que sus cuadros favoritos aparecieran en las piezas pero no como una impresión convencional, un programa informático traduce las imágenes a bordados y puntadas. Un ejemplo es este modelo en el que se reproduce una pintura de El Bosco.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEENLos leones característicos de la corona británica fueron un motivo recurrente en la carrera de Alexander McQueen desde su primera colección en 1994.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEENTodos los patrones de esta colección se construyeron en alzado y sobre el cuerpo de un maniquí.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEENLa técnica desarrollada para reproducir pinturas en los tejidos genera piezas con texturas sorprendentes como este traje.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEENLos drapeados y volúmenes suspendidos son el resultado de una quimera largamente perseguida por Alexander McQueen: construir un vestido sin costuras a partir de una sola pieza de tejido.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEENLas formas de los traje medievales se depuran para resultar contemporáneas. Entre los tejidos brocados, satén y organzaTEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEENÁngeles, figuras religiosas y aves aparecen en vestidos largos de seda y organza cuyos pliegues se confunden con la figura representada.Las plumas fueron un elemento recurrente en las colecciones de Alexander McQueen y protagonizan la pieza final de su última colección.TEXTO: EUGENIA DE LA TORRIENTE / FOTOS CEDIDAS POR ALEXANDER MCQUEEN
