El nieto de Wagner deja el festival consagrado a su abuelo

Wolfgang Wagner, director del Festival de Bayreuth, y nieto del compositor Richard Wagner, ha anunciado hoy que dimitirá del cargo, que ostenta con carácter vitalicio desde 1951, a finales de agosto. Wagner, de 88 años, abre definitivamente así la puerta a su sucesión, que tras años de disputa y enfrentamientos asumirán casi con toda probabilidad sus hijas y hasta hace unas semanas rivales, Eva Pasquier Wagner, y Katharina Wagner, fruto de dos matrimonios.

La Fundación Richard-Wagner en Bayreuth (que gestiona esta cita operística de fama planetaria), ha dado esta tarde un plazo de cuatro meses a las cuatro ramas de la familia Wagner para que se pongan de acuerdo en una candidatura de consenso para la sucesión o bien presenten proyectos por separado, han señalado fuentes del Ayuntamiento de Bayreuth a las que ha tenido acceso ELPAÍS.com. Será entonces cuando el consejo de la Fundación tome una decisión sobre el futuro y el formato del festival.

Bicefalia

La propuesta de que Eva y Katharina asumieran al alimón el control de la verde colina, (como se conoce el auditorio que acoge las representaciones) partió del propio Wagner, por lo que tras confirmarse el acercamiento entre las hermanas y su disposición a trabajar juntas, la dimisión del patriarca se daba por segura.

El momento de hacerla oficial también era una crónica anunciada, pues es hoy cuando la Fundación Bayreuth, órgano que reúne a las entidades públicas y privadas que apoyan económicamente el Festival, celebra su asamblea de primavera.

Uno de los temas en agenda era la presentación por parte de las hermanas Wagner del concepto de dirección único una vez que Wagner las propusiera como "sucesoras". Sin embargo, fuentes de Bayreuth explicaron que el anuncio de dimisión hecho hoy por parte de Wagner no tenía que ir seguido del nombramiento inmediato de sucesores, dado que había que analizar la propuesta de las aspirantes.

'Wagnermanía'

Pese a los problemas internos del festival, la cita sigue atrayendo en masa a amantes de la ópera de todo el mundo. La lista de espera para conseguir entradas es de varios años. Las representaciones de las obras de Wagner (que tienen lugar en verano) suelen contar con la presencia de personalidades de la vida política alemana. La canciller Angela Merkel y su marido son asiduos de la misma.