El calentamiento global lleva a los arrecifes de coral tropicales al punto de no retorno
Un informe advierte de que es el primer punto de inflexión climática que se sobrepasa, lo que acarreará “daños irreversibles” a estos ecosistemas y enormes consecuencias económicas


Las alarmas estaban encendidas desde hacía años entre los expertos, que ubicaban al borde del precipicio a los arrecifes de coral de las aguas cálidas, unos ricos y diversos ecosistemas de los que depende además la economía de millones de personas en el mundo. Y el momento de los “daños irreversibles” ha llegado. Debido al calentamiento global causado por el ser humano estos corales han alcanzado un punto de no retorno, según advierte un estudio internacional liderado por la Universidad de Exeter y el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK).
El Informe Global sobre los Puntos de Inflexión 2025 alerta de que estos arrecifes de coral se enfrentan a “una crisis sin precedentes”. De hecho, son el primer sistema terrestre que supera su llamado “punto de inflexión” térmico, el nivel de calentamiento global a partir del que los científicos consideran que se generan daños irreversibles que a su vez pueden desencadenar otros impactos.
En el caso de estos arrecifes, diversos informes científicos situaban ese hito a partir de los 1,2 grados Celsius de calentamiento; es decir, cuando la temperatura media del aire en la superficie del planeta fuera 1,2 grados mayor que antes de la Revolución Industrial, cuando se empezaron a quemar de forma masiva los combustibles fósiles, principales responsables de esta crisis. Esa barrera se ha superado y, según recalca el informe que se presenta este lunes en el que han participado 160 investigadores, ha “desencadenando una degradación generalizada de los arrecifes”.
Estos corales están experimentando en este momento el cuarto episodio global de blanqueamiento de los últimos 25 años. Empezó en abril de 2024 y es el “más extenso e intenso jamás registrado”. En mayo de este año había afectado a más del 80% de los arrecifes de aguas cálidas de todo el mundo. “Las olas de calor marinas están aumentando en frecuencia e intensidad, lo que empuja cada vez más a los corales más allá de sus límites de recuperación”, explican los científicos.
Al aumento de la temperatura vinculado al cambio climático se le unen otros impactos relacionados con la gran crisis medioambiental del planeta. Se trata de factores como la sobrepesca, el exceso de nutrientes debido a actividades humanas como los vertidos, los brotes de enfermedades, el desequilibrio de especies depredadoras y competidoras y el desarrollo costero destructivo. Todo esto, señalan los investigadores, “dificulta la recuperación y acelera la degradación y pérdida de los arrecifes”.
Este último gran episodio de blanqueamiento se ha documentado en 83 países del mundo, lo que da una idea de la magnitud del problema, y es el segundo en menos de una década, lo que encaja con el agravamiento del calentamiento que se está viviendo, en un momento en el que se suceden los récords de altas temperaturas año a año, mes a mes.
La pérdida de coral tiene importantes implicaciones “para las funciones estructurales y ecológicas que sostienen la biodiversidad”, ya que los arrecifes son refugio y hogar de infinidad de especies marinas, afirman los expertos.
Tiene también un gran impacto para los seres humanos. Estos arrecifes de aguas cálidas están presentes en más de un centenar de países y cubren una superficie de 900.000 kilómetros cuadrados. Según el informe, benefician a unos 1.000 millones de personas en el mundo: “la degradación de los arrecifes y las especies que dependen de ellos amenaza los medios de vida de estas personas, la mayoría de las cuales viven en los países menos desarrollados”.
Además, su degradación en las regiones propensas a sufrir huracanes supone un incremento de los impactos de estos fenómenos extremos, ya que “actúan como rompeolas naturales”. “En el Caribe, por ejemplo, los arrecifes en México redujeron los daños causados en un 43% durante el huracán Dean y ahora evitan aproximadamente 42 millones de dólares en pérdidas en construcciones y 20,8 millones de dólares en daños al sector hotelero al año", cuantifica el estudio. “Mitigan significativamente los impactos de las marejadas ciclónicas y los huracanes en las comunidades costeras”, apuntala el documento.
Arrecifes más débiles y menos ricos
La gran duda de los especialistas es qué ocurrirá en el futuro con estos ecosistemas, si pueden recuperarse. Los autores han recopilado en la literatura científica algunos casos de “cierta resistencia” gracias a su capacidad de “aclimatación y adaptación”. Pero advierten: “es probable que este potencial se vea sobrepasado por el aumento de la tasa y la magnitud del estrés térmico y los factores estresantes agravados”, como la sobrepesca y la contaminación. Los autores concluyen: “si los arrecifes logran persistir en el futuro, es probable que sean muy diferentes de los que nos beneficiamos hoy, con mucha menos diversidad en las especies de coral y menor complejidad estructural”.
Los científicos también mencionan que existen multitud de proyectos de restauración de corales que se están llevando a cabo en el planeta, pero destacan que se trata de planes a muy pequeña escala y que cubren muy poca superficie en comparación con lo que se está perdiendo. “Esto subraya la necesidad urgente de eliminar gradualmente las emisiones de gases de efecto invernadero”, explican.
Cuanto más rápido se eliminen esos gases, ligados fundamentalmente a los combustibles fósiles, menor será la tasa de calentamiento global que se alcance y, por tanto, los daños que se provoquen. Los autores ponen el foco especialmente en esos corales de aguas cálidas, que consideran “una de las pérdidas ecológicas más apremiantes que enfrenta la humanidad”. Pero el informe hace un repaso por otros puntos de inflexión también próximos a superarse y que desencadenarán daños en cascada.
Por ejemplo, las capas de hielo polares se están acercando a esos puntos de no retorno, “comprometiendo al mundo a varios metros de aumento irreversible del nivel del mar que afectará a cientos de millones de personas”. “Cada fracción de calentamiento adicional aumenta el riesgo de desencadenar más puntos de inflexión dañinos”, recalcan los científicos, apuntando de nuevo a la necesidad de reducir las emisiones.
También analizan otros hitos como el riesgo de colapso de la circulación meridional de retorno del atlántico (AMOC) —una corriente oceánica que contribuye a que en Europa el clima sea menos extremo— o el peligro de regresión para la selva amazónica. En ambos casos, se desencadenarán importantes impactos para millones de personas. “Tenemos cada vez más evidencia de puntos de inflexión en todos estos sistemas diferentes”, advierte el científico de PIK Sina Loriani, uno de los coordinadores. “Existe un riesgo creciente de que iniciemos ciclos de retroalimentación que amplifiquen y aceleren los cambios en el sistema de la Tierra”, añade.
Pero en esta edición del informe, la anterior se publicó hace tres años, se ha introducido también un apartado de puntos de inflexión positivos, referidos principalmente a la lucha contra el calentamiento global. Fijan los científicos la mirada especialmente en las tecnologías con la capacidad para desplazar a los combustibles fósiles. Y recalcan que hay cambios positivos como la rápida implantación de la energía solar fotovoltaica o la energía eólica, y el avance en la electrificación de la movilidad, el almacenamiento de baterías y las bombas de calor.
Pero, en línea con lo que apuntan numerosos estudios, hacen hincapié en la necesidad de acelerar el ritmo de implantación de las tecnologías con capacidad para desplazar a los combustibles fósiles para detener el calentamiento lo antes posible y evitar así que se superen más peligrosos puntos de inflexión.
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