La NASA intentará lanzar en febrero su primera misión tripulada a la Luna en más de medio siglo
Estados Unidos anuncia un nuevo calendario para la misión que pondrá las bases para el primer aterrizaje humano desde 1972


Estados Unidos quiere lanzar su primera misión tripulada a la Luna en más de 50 años en febrero, dos meses antes de lo planeado. Así lo ha confirmado hoy Lakiesha Hawkins, viceadministradora interina de la NASA, durante una rueda de prensa sobre la misión Artemis 2.
“Estamos acelerando los procesos tanto como podamos para poder lanzar tan pronto como febrero”, ha asegurado la responsable de la agencia. Hasta ahora, la fecha prevista de lanzamiento era abril del próximo año.
Hawkins ha recordado que “esta misión es de prueba”, y que, por tanto, la fecha de lanzamiento estará supeditada a la seguridad y a que todos los sistemas estén listos. La primera oportunidad de lanzamiento será el 5 de febrero, en más de cinco meses, ha añadido la ejecutiva de la agencia. Cada mes, habrá una ventana de lanzamiento de entre cuatro y ocho días.
“Este es un programa escalonado”, ha explicado. La Artemis 2 tiene como objetivo probar varios sistemas cruciales, como el de soporte de vida de astronautas, que serán empleados en la misión Artemis 3, que tiene previsto aterrizar en el satélite en 2027.
El objetivo del programa, ha recordado, es “mantener una presencia humana continua” en la Luna. En parte será para probar las tecnologías desarrolladas junto a empresas privadas y socios internacionales, entre ellos Europa, que podrán llevar a los primeros astronautas al siguiente paso: Marte.
La Artemis 2 es la primera misión tripulada del programa espacial con el que Estados Unidos quiere volver a llevar astronautas a la Luna 50 años después del programa Apolo. Y quiere conseguirlo antes que su principal rival, China, que planea llevar humanos al satélite en 2030.
“Estamos en una segunda carrera espacial”, ha reconocido la Hawkins. “Queremos ser los primeros en regresar a la superficie de la Luna. Pero el objetivo de la NASA es hacerlo con seguridad. Tenemos que asegurarnos de acelerar, pero a la vez hacerlo con seguridad para traer de vuelta a la Tierra a nuestra tripulación sana y salva”.
Hay una gran diferencia entre Artemis y Apolo. Por primera vez, Estados Unidos va a la Luna en colaboración con otros socios internacionales, como Europa o Canadá, que aportan tecnología a cambio de asientos para sus astronautas. “Creo que esta es la demostración del liderazgo de Estados Unidos. Al contrario que en las misiones Apolo, demostramos que hay un beneficio claro en asociarnos con otros países”, ha destacado.
Después de un primer vuelo de la cápsula Orion sin tripulación, realizado en 2022, esta segunda misión está pensada como un vuelo de prueba en órbita lunar para validar la cápsula Orion, el cohete SLS y los procedimientos necesarios para futuros alunizajes.
El viaje de Artemis 2 durará unos diez días, y llevará a cuatro astronautas en un viaje de ida y vuelta de más de dos millones de kilómetros. Tras completar dos órbitas terrestres, los cuatro tripulantes de la Orion saldrán hacia el satélite y lo circunnavegarán una sola vez. Desde las escotillas podrán contemplar la superficie de la cara oculta de la Luna. Su acercamiento máximo al satélite será de unos 7.000 kilómetros. La NASA ha simulado en un vídeo acelerado las vistas que tendrán los astronautas durante su viaje.
La tripulación elegida para esa vuelta lunar la forman el comandante Reid Wiseman, el piloto Victor Glover, la especialista de misión Christina Koch y el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense Jeremy Hansen.
Durante su viaje, los cuatro astronautas “podrán describir aspectos de la Luna que nunca habían sido observados antes, porque cada misión es diferente”, ha destacado Jacob Bleacher, uno de los responsables científicos de la misión. Esos aspectos serán minuciosamente documentados.
La NASA ha preparado diferentes dispositivos para estudiar el comportamiento y la salud de sus pasajeros. El proyecto incluye nuevas tecnologías como los avatares, pequeños dispositivos del tamaño de un USB que portan tejido de diferentes órganos y que analizarán el impacto del viaje espacial. Los tripulantes de la Artemis 2 también llevarán unas pulseras especiales que analizarán sus movimientos y realizarán pruebas de saliva para entender cómo cambia su sistema inmune. “Se puede decir que la ciencia de Artemis es la ciencia del ser humano. Vamos a poder tener una referencia de lo que le pasa a los humanos cuando se marchan de la Tierra. Son datos a tener en cuenta si queremos continuar viajando cada vez más lejos en el espacio”, ha añadido Bleacher.
La Artemis 2 también es una prueba de fuego para Europa y su industria espacial. El módulo de servicio de la cápsula Orion que proporciona aire, agua, electricidad, propulsión y control de la temperatura ha sido construido por empresas europeas seleccionadas por la Agencia Espacial Europea. Si la Artemis 2 tiene éxito, se cumplirán 54 años desde la última misión tripulada de la NASA a la Luna, la Apolo 17 de 1972.
La agencia espacial estadounidense ha tenido que retrasar en dos ocasiones el lanzamiento de Artemis 2 por diferentes problemas técnicos. En este momento espera poder enviar a esta primera tripulación en abril de 2026. El primer aterrizaje en 50 años, ya dentro de la misión Artemis 3, no sucederá antes de 2027, y es probable que la misión no pueda realizarse hasta 2028 o incluso ya en la década de 2030, cuando posiblemente los astronautas chinos ya hayan hollado la Luna.
Uno de los principales problemas es el cohete Starship, desarrollado por la empresa SpaceX de Elon Musk. Los astronautas de la Artemis 3 viajarán hasta el satélite con una configuración de cohete y cápsula idéntica a la Artemis 2, pero una vez allí, usarán el cohete Starship para aterrizar.
El vehículo espacial consiguió realizar su primer vuelo completo sin explotar a finales de agosto, tras nueve intentos fallidos. La empresa de Elon Musk debe aún conseguir muchos logros muy complejos, como un reabastecimiento de combustible en órbita. Es un reto técnico que algunos ex directivos de la NASA y expertos de seguridad ven inalcanzables en los plazos previstos.
La NASA planea enviar a la Luna al menos otra misión más, la Artemis 4, para llevar allí una estación espacial que orbitará el satélite. El objetivo de esta instalación será facilitar y apoyar futuros aterrizajes y demostrar todas las tecnologías necesarias para poder llevar astronautas a Marte, algo que sucedería en la década de 2030 o incluso más tarde.
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca este año ha supuesto un terremoto para los planes de la NASA. El magnate quiere recortar a la mitad el presupuesto de ciencia de la agencia estadounidense. Aunque ha mostrado más apoyo al programa de exploración tripulado, su plan era también recortar elementos fundamentales como la futura estación lunar Gateway. El pasado julio, el presidente tuvo que recuperar el proyecto en una concesión política al Congreso, donde muchos parlamentarios republicanos no quieren que se recorte el presupuesto de la agencia espacial.

De puertas hacia afuera, la administración Trump saca pecho con las futuras misiones tripuladas. En un acto celebrado este lunes, la agencia presentó su nueva promoción de astronautas. Por primera vez en la historia de la agencia, entre los 10 seleccionados hay más mujeres que hombres —seis y cuatro, respectivamente—.
También por primera vez una de las elegidas ya es astronauta. Anna Menon, ingeniera de SpaceX de 39 años, es una de las dos mujeres que más lejos han viajado en el espacio dentro de la misión privada Polaris Dawn, lanzada en 2024.
Alguno de estos candidatos “podría ser el primer estadounidense que plante el pie en la superficie de Marte, lo que es muy, muy guay”, dijo Sean Duffy, administrador interino de la NASA, durante el acto celebrado en el Centro Espacial Johnson, en Houston.
El senador republicano Ted Cruz dijo algo importante: “Estoy particularmente orgulloso de todas las mujeres de este grupo, y de que Estados Unidos vaya a poner a la primera mujer en la superficie de la Luna en la historia de la humanidad”.
La Artemis 3 se planeó para llevar a la superficie de la Luna a la primera mujer y a la primera persona de color. Pero desde que Trump llegó al poder, las referencias a ese objetivo han desaparecido de muchas páginas oficiales, y a día de hoy es una incógnita si sigue vigente.
El programa Artemis se produce en un momento de máximo interés por la Luna y sus recursos, incluidas las grandes reservas de agua helada que hay en el polo sur, donde aterrizarán los tripulantes de la Artemis 3. Esa agua será crucial para sustentar colonias habitadas y para fabricar combustible de cohetes que puedan llegar a Marte. Las potencias occidentales se disputan con China la prospección y explotación de estos recursos.
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