Aguas Andinas retira casi cuatro toneladas de basura de sus alcantarillas cada año: un llamado que cruza fronteras
La compañía lanzó la campaña “Cuidar la alcantarilla suena bien” para concientizar sobre el desecho de objetos en la capital chilena


Botellas, neumáticos, escobas, pelotas de fútbol, muñecas y hasta una batería de auto. Estos son algunos de los insólitos objetos que Aguas Andinas encuentra en el alcantarillado de Santiago, una red de más de 11 mil kilómetros que, silenciosa bajo la ciudad, sostiene la vida urbana. Solo en 2024 se retiraron más de 3.800 toneladas de basura: un recordatorio de que lo que arrojamos sin pensar puede terminar afectándonos a todos.
Para cambiar esta realidad, la compañía lanzó la campaña “Cuidar la alcantarilla suena bien”, un mensaje que nace en Chile pero que resuena en cualquier ciudad del mundo: cuidar lo invisible es proteger lo esencial. El lanzamiento tuvo lugar en la Plaza Lo Besa de Quinta Normal, donde niños del Colegio Abate Molina cantaron junto al icónico Epidemia del histórico ex programa de TV Cachureos. Su pegajosa canción recuerda algo simple pero urgente: las alcantarillas no son basureros.
Franco Nicoletti, gerente de Distribución y Recolección de Aguas Andinas, mostró los objetos más curiosos hallados en la red: desde aspiradoras hasta tarros con cemento. “Cada vez que alguien levanta una tapa o tira aceite al desagüe, pone en riesgo la salud de toda la ciudad”, advirtió, explicando que estos desechos forman una especie de “colesterol urbano” que bloquea el sistema.




El desafío no es solo local. En cualquier ciudad, cuando las lluvias inundan las calles y los colectores se saturan, las alcantarillas colapsan. Por eso, la compañía llama a no manipular tapas ni usar la red como vertedero, y a reportar cualquier anomalía. La campaña recorrerá redes sociales, radios y colegios, sembrando conciencia en las nuevas generaciones.
Un compromiso con la ciudad y el planeta
La red de alcantarillado de Aguas Andinas transporta las aguas servidas hacia las biofactorías La Farfana y Mapocho Trebal, en donde se depuran el 100% de ellas y se transforman en energía, gas natural y fertilizantes agrícolas. Mantener la red de alcantarillado despejada no solo evita emergencias urbanas: también protege el ciclo del agua, un recurso cada vez más escaso para el mundo entero.
“Cuidar la alcantarilla suena bien”, repite Epidemia en su canción, y en ese eco se resume un mensaje que trasciende fronteras: cuidar lo que no se ve es cuidar el futuro y bienestar de nuestras ciudades.