Más de 20 millones contra los olores de Valdemingómez

Inés Sabanés, delegada de Medio Ambiente y Movilidad, anunció este jueves que el Ayuntamiento va a iniciar una licitación para dos contratos para tratar de solucionar “los graves problemas de olores” asociados a dos plantas de tratamiento de residuos y la planta de biogás de Valdemingómez. Serán 20,7 millones de euros para ejecutar en un plazo de siete meses.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento aprobó este jueves licitar un contrato para la redacción del proyecto (de un mes), la ejecución de la obra (seis meses) y el mantenimiento durante cinco años de los sistemas de desodorización de las plantas de Las Dehesas y Las Palomas, por un importe de 12,56 millones de euros.

Los trabajos incluirán la remodelación de los biofiltros, los sistemas de filtrado de partículas, los de extracción y conducción del aire, el cerramiento de las naves y la instalación de puertas automáticas, entre otros.

El segundo contrato, de tres lotes, es similar pero estará destinado a las plantas de biometanización y tratamiento de biogás del Parque Tecnológico de Valdemingómez. Con un importe de 8,12 millones de euros, prevé también el mantenimiento plurianual de las instalaciones, que estará financiado con 592.869 euros.

Contaminación odorífica

Sabanés explicó ayer que el Ayuntamiento quiere desarrollar una ordenanza contra la contaminación odorífica, que en cualquier caso ya no verá la luz en este mandato. Es una normativa compleja, reconoció, “pero hay que avanzar”, dijo en la rueda de prensa tras la Junta de Gobierno.

La delegada subrayó que la licitación aprobada ayer se suman a otras medidas puestas en marcha por el gobierno municipal contra los olores de Valdemingómez. Como recordó, en octubre se adjudicó al CSIC un proyecto de investigación de más de un millón de euros para “seguir insistiendo en la fuente de olores y su repercusión”.

El Ayuntamiento también colabora con la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) y la asociación del Ensanche de Vallecas para identificar los olores que afectan al barrio con un sistema de avisos. Como explicó Sabanés y recoge una nota de prensa del Ayuntamiento, se estudian los episodios concretos de olores y su localización para cruzar estos datos con los procesos de gestión de residuos y las condiciones climatológicas.