El vertedero de Alcalá cierra en abril sin una alternativa transitoria

La guerra de las basuras se mantiene más abierta que nunca. La Mancomunidad de Este, que representa a 30 Ayuntamientos, mandó ayer un mensaje claro a la Comunidad de Madrid: la última semana de abril el vertedero de Alcalá de Henares llegará a su tope y no hay opción de seguir vertiendo más basura. Javier Rodríguez Palacios, presidente de la Mancomunidad y alcalde alcalaíno, compareció ayer para responder a la misiva en la que el consejero de Medio Ambiente regional, Carlos Izquierdo, le instaba hace 10 días a aportar una alternativa. “El Gobierno regional es el competente para la ordenación de residuos y para determinar dónde se pueden verter a partir de ahora”, insistió el socialista.

El principal problema: los tiempos. En 2013, la misma Comunidad determinó mediante una autorización ambiental que tras llenarse el quinto vaso del vertedero de Alcalá su vida útil habría llegado a su fin. Los años empezaron a correr y vecinos y políticos de Alcalá de Henares, hartos de los olores y las consecuencias sanitarias derivadas de tener un vertedero a pocos kilómetros de distancia, vieron la luz conforme se acercaba la fecha, prevista para abril de 2019. Mientras, se aprobó la construcción del nuevo vertedero, en Loeches, para albergar la basura de los 30 municipios. Pero, según Rodríguez Palacios, “es a partir de 2017 cuando está claro que no se llega a tiempo para que Loeches esté en funcionamiento en el momento en el que el quinto vaso de Alcalá se cierre, ya que la Comunidad se demoró un año en tomar una decisión sobre la expropiación de los terrenos y ocho meses en su ejecución”.

“Obligación municipal”

La Comunidad insiste en pedir alternativas viables a la Mancomunidad. El vicepresidente autonómico, Pedro Rollán, criticó ayer que Rodríguez Palacios “responsabilice” al Gobierno regional de que el vertedero de Alcalá de Henares se vaya a colmatar en abril por no ofrecer alternativas y subrayó que la gestión de los residuos es “una obligación municipal irrenunciable”. Rollán añadió que los ayuntamientos deberían "coger el toro por los cuernos" y defendió que la Comunidad se ha comprometido a iniciar "una nueva senda" de cara al 2020, en la que se llevará al vertedero un máximo del 50% de los residuos, al tiempo que se financiará la mitad de los costes que requieran las construcciones de nuevas plantas de reciclaje.

“Esto es una cuestión política, están las elecciones ahí y hay muchos votos en juego. Por eso no quieren tomar la decisión sobre dónde llevar la basura hasta que esté Loeches listo. Pero también es una cuestión de salud pública y medioambiental. Si nos dicen que tenemos que abrir de nuevo, estaremos incumpliendo la ley”, se quejó el alcalde de Alcalá. “Vamos a colaborar con la decisión que se tome, pero no la tenemos que tomar nosotros”, añadió.