Susana Díaz evita posicionarse sobre la reforma constitucional

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se desmarcó ayer de otros dirigentes socialistas y no se mojó este martes en Mataró para definir qué reforma federal quiere el PSOE para el encaje de Cataluña en España. Díaz participó en un mitin para apoyar la candidatura de Miquel Iceta con un discurso centrado en defender la gestión en sanidad y educación de los gobiernos socialistas. “Quiero una España distinta para que a Cataluña le vaya mejor”, ha sido una de las pocas alusiones al debate identitario.

La líder del PSOE andaluz prefirió trasladar a sus compañeros socialistas el mensaje de que tienen que centrarse en las políticas sociales. “Mi patria son la sanidad y la educación públicas”, dijo. La referencia más cercana a la reforma de la Constitución y a la posibilidad de reconocer la singularidad de Cataluña fue para decir que está “cansada de términos y de hablar poquito de las personas”. Más allá de defender “la igualdad entre todos” y de que le preocupa que Mas “piense más en los muertos de hace 400 años que en los que viven juntos ahora”, no profundizó en la propuesta de reforma federal del programa.

Díaz reiteró una y otra vez la idea de que “de la misma manera se puede querer a Cataluña o a Andalucía o a España”. Y recurrió a los tiempos de la censura franquista para criticar el uso de un solo idioma. “Fueron hombres estrechos los que prohibieron parte de esa riqueza que era vuestra lengua. Por eso ahora no puedo entender que con lo que mucha gente sufrió ahora uno no se pueda llamar Pau y Pablo con normalidad”, explicó.

Afeó al presidente catalán, Artur Mas, que le preocupen más “los muertos de hace 400 años” que la convivencia “de los que viven juntos”.

La presidenta habló en clave nacional y acudió a Pedro Sánchez para solucionar el debate de la independencia. “Claro que en España hay que cambiar cosas. ¿Sabéis lo primero? Al presidente del Gobierno”, explicó. En este sentido, se afanó en criticar al mismo nivel al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y al de la Generalitat, Artur Mas, por los recortes en sus administraciones y sacó pecho sobre su gestión: “Yo en mi tierra no permito que se cierren hospitales”.