Los piropos de Mariano

Lo ha presentado Rajoy en sociedad y lo ha colmado de piropos: político “abierto, dialogante, centrado y moderno”.

El presidente del Gobierno se deshizo en elogios hacia su protegido Juan Manuel Moreno en el hotel Ritz de Madrid hace unos días. ¿Qué otra cosa podía decir Rajoy, si fue su dedo el que designó a Moreno como presidente del PP andaluz y ahora candidato a la presidencia de la Junta?

Pero ¿es realmente así Moreno?, ¿es un líder nato capaz de lograr el Gobierno de una comunidad que se le resiste a su partido desde el inicio de la Transición?

No lo parece. Ni se lo parece, no ya a sus adversarios políticos, sino a muchos dirigentes de su propio partido y analistas de la derecha mediática. “Moreno sale a perder dignamente” en las elecciones convocadas para el 22 de marzo, escribe uno de estos comentaristas. El mismo Moreno habla de que su proyecto es “a medio y largo plazo”. Esos enemigos íntimos lo creen falto de carisma y de fuerza como candidato.

Además de ser un perfecto desconocido. Solo dicen conocerlo entre un 40% y un 60% de los andaluces, frente a más de un 90% que alcanza Susana Díaz. Desternillante y demoledora ha sido la parodia de El intermedio, el programa de El Gran Wyoming. Gonzo, una de las estrellas del espacio televisivo, viajó a Córdoba con un falso Moreno. Ninguna de las personas entrevistadas conocía al candidato del PP a la presidencia.

Quienes le defienden argumentan que solo lleva 11 meses en Andalucía al frente del partido conservador. Pero teniendo en cuenta lo que se mueve (dice haber recorrido 90.000 kilómetros) y los importantes apoyos mediáticos con los que cuenta (¡lo de TVE es de vergüenza!) el desconocimiento del candidato corre en paralelo con la endeblez de su discurso. Monótono, aburrido, reiterativo, gris.

Ninguna encuesta le da ganador. Por eso le ofrece un pacto poselectoral al PSOE, en forma de gran coalición. Pero los andaluces lo suspenden: no supera los cuatro puntos, mientras la actual presidenta es la única política andaluza que sobrepasa con holgura el listón de los cinco puntos.

Moreno preside un partido sólidamente instalado en Andalucía, con 163.000 afiliados, más del triple de los adscritos al PSOE; gobierna en 269 Ayuntamientos, en cinco Diputaciones; cuenta con 50 diputados autonómicos, 33 diputados en el Congreso y 26 senadores.

Un ejército poderoso que debería llevarle a la victoria. Pero Moreno no es, al menos por ahora, el general que puede ganar la batalla de las urnas. Por muchos piropos que le lance su protector, quien parece ser el verdadero jefe de la oposición en Andalucía. Cuestión que “deja en evidencia lo que tiene el PP en mi tierra”, en palabras de la presidenta Díaz. Un verdadero contrapiropo a Moreno.

@JRomanOrozco