La plantilla de la base aérea de Morón alerta de más despidos

La sombra de los despidos cobra fuerza entre la plantilla encargada de los servicios de mantenimiento de la base aérea de Morón (Sevilla). Una vez más. El Gobierno estadounidense adjudicará en junio el nuevo contrato para la explotación de estos servicios y, según denuncian los trabajadores, la propuesta presentada por las tres empresas candidatas contempla una “drástica” reducción de la plantilla. “En el mejor de los casos, la compañía propone despedir a 125 empleados, de los 375 indefinidos actuales. El objetivo de las tres es dejar a poco más de 200”, critica el presidente del comité de empresa, José Armando Rodríguez.

La plantilla de la base sevillana encadena dos ERE desde la llegada a la base de la compañía Vinnell-Brown & Root Spain (VBR). Uno en 2010, que afectó a 119 trabajadores; y otro en 2013, con 66 despidos —que en abril el TSJA declaró improcedentes—. Ha pasado de casi 600 empleados a 375. “Y seremos menos si no hacemos nada”, alerta Rodríguez. Según los trabajadores, el nuevo contrato contempla que servicios como el de carga y descarga o el de repostaje de aviones sean asumidos por el personal militar. “Solo esto ya supone el despido de 80 compañeros”, precisa el representante.

A la reducción de la plantilla, los trabajadores critican que la precariedad laboral “se está instalando en la base”. Rodríguez denuncia que VBR —que ha sido “descalificada” del nuevo concurso— ha contratado en estos meses “en peores condiciones” a 60 trabajadores despedidos en los dos ERE. “Ganan un 30% menos que antes, no tienen antigüedad, ni extras y encima están ocupando puestos inferiores a sus categorías”, mantiene Rodríguez. “Los despidos se han ejecutado sin tener en cuenta el aumento de la carga de trabajo”, precisa. Hace dos meses, a la base ha llegado un nuevo contingente de soldados dentro de la estrategia de EE UU de ampliar en al menos un 50% la Fuerza de Respuesta para Crisis en África.

Ante esta situación, el comité de empresa está ultimando un calendario de movilizaciones, entre ellas, concentraciones ante la embajada de Estados Unidos en Madrid y frente al Parlamento o el palacio de San Telmo. “El Gobierno andaluz nos ha mostrado su apoyo, pero necesitamos que pase de las palabras a los hechos”, precisa el presidente del comité.