Los sindicatos claman contra el paro, los recortes y el castigo a los funcionarios

Las calles de las capitales andaluzas vivieron este martes un Primero de Mayo menos festivo que en otras ocasiones. La crueldad de las cifras del paro (un 33,1% de la población activa andaluza) y de las medidas adoptadas por el Gobierno central para combatir el déficit dejan poco margen para la celebración. Pero mucho para la protesta, a juzgar por las pancartas y los lemas que se escucharon en las marchas convocadas por los sindicatos y secundadas por miles de personas, entre los que había trabajadores, pero también muchos desempleados, pensionistas y estudiantes que reclamaron otra forma de hacer política.

Las cifras de manifestantes, como siempre, difieren según quién las aporte. Los sindicatos contabilizaron alrededor de 61.000 participantes entre las ocho ciudades. Los datos policiales rebajan en un tercio esa cifra y la dejan en 41.000. En cualquier caso, el éxito de la convocatoria difirió mucho de una ciudad a otra. En Sevilla y Granada, que este año acogía la manifestación central de la comunidad, la afluencia fue masiva y muy superior a la del resto de capitales: entre 10.000 (cálculos policiales) y 18.000 (estimaciones sindicales) en la capital andaluza; y de 12.000 (según la policía) y 20.000 (para los sindicatos) en Granada.

UGT y  CC OO cifran la participación en 61.000 personas y la policía, en 41.000

A la manifestación de la capital granadina acudieron los secretarios regionales de UGT, Manuel Pastrana, y CC OO, Francisco Carbonero, que acusaron al Gobierno del PP de “fomentar la fractura social” con recortes, al tiempo que auguraron una “gran revuelta social” si no cambian las medidas anunciadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Las últimas de ellas son las recogidas en el programa de estabilidad que España envió el pasado lunes a Bruselas, que, según los dos líderes sindicales, “criminaliza” todo lo público. Pastrana y Carbonero resumieron así las medidas conocidas el lunes contra el absentismo en el sector público. En opinión de ambos dirigentes, las rebajas de sueldo durante las bajas están lejos de combatir esa práctica y temen que lo que persiga el Gobierno sea “desprestigiar” a los empleados públicos. El secretario regional de UGT tildó de “desproporcionada” esta medida de control a los funcionarios, quienes van a sufrir, según vaticinó, una “precarización” en las condiciones de trabajo.

Durante la marcha, que discurrió entre los Jardines del Triunfo y la Fuente de las Batallas, los participantes corearon consignas como “estos gobernantes son unos mangantes” o “el trabajo para el pueblo, el ERE para el Gobierno”. Empleados de decenas de empresas, trabajadores de algunas administraciones públicas, asociaciones de parados y representantes de PSOE e IU, entre otros, se unieron a la protesta, en la que estuvieron muy presentes los recortes previstos en educación y sanidad. Con ellas “no se juega”, se podía leer en alguna pancarta.

La delicada situación del país puede ser aún más grave en Andalucía, según los líderes sindicales, porque el nuevo Gobierno autónomo tendrá que aplicar los recortes “impuestos” a través de los Presupuestos Generales del Estado. Según Carbonero, esta circunstancia traerá “más precariedad” en la prestación de servicios y en el trabajo de los empleados públicos. Andalucía tendrá, además, mayor dificultad para recuperarse puesto que cuenta con un tejido productivo débil, según auguró el líder de CC OO.