‘Alejandro en el fin del mundo’: heroicamente humano, casi un dios entre los hombres
Rigor académico y divulgación coinciden en el efectivo ensayo de Rachel Kousser, más centrado en lo humano, en el desgaste y deterioro personal del rey macedonio, que en lo épico

Alejandro Magno es uno de aquellos personajes de la historia cuya vida y muerte tienen algo de mítico o sobrenatural. Por lo que respecta a la vida, su talento precoz como militar y gobernante y la conquista del vasto Imperio persa entre el 334-330 a.C. lo convirtieron en un mito viviente porque nada más y nada menos había derrotado en cuatro años al temido imperio aqueménida que amenazó a los griegos en Maratón y Salamina y dirigió la política griega desde la Guerra del Peloponeso hasta la conquista de Grecia por Filipo de Macedonia. Por lo que atañe a la muerte, quizás de malaria o fiebre tifoidea, demasiado joven, sin dejar resuelta su sucesión y más orientalizado que griego, su legado iba a ser una nueva manera para el mundo occidental de entender la monarquía y la fusión de Oriente y Occidente en aquel fértil hibridismo cultural conocido como Mundo Helenístico.
En Alejandro en el fin del mundo la historiadora Rachel Kousser se adentra en lo que se define erróneamente —en un subtítulo que no consta en el original inglés— como “Los últimos años olvidados de Alejandro Magno”, una etapa muy estudiada y divulgada incluso por la novela histórica, desde la conquista del imperio y el incendio de Persépolis, la épica aventura del Hindu Kush, la expedición hasta el río Indo y los combates contra el rey indio Poro y sus elefantes hasta el regreso no menos dramático y accidentado a Babilonia en donde el héroe viviría sus últimas horas tras la desolación producida por la muerte de su amado Hefestión unos meses antes en Ecbatana. El reparo es menor cuando avanzamos seducidos por esta apasionante aventura enhebrada por Rachel Kousser no solo con solvencia analítica y agilidad narrativa, sino con la virtud de no hacer incompatibles en su efectiva prosa el rigor académico y la divulgación.
No menos acertado es el cambio de perspectiva. Lo habitual es que las narraciones sobre la vida, hazañas y muerte de Alejandro se centren en las épicas batallas de Isos o Gaugamela, o en la hazaña no menos grandiosa de recorrer un accidentado e inconmensurable itinerario desde su Macedonia natal hasta la India y los confines míticos del mundo. El acierto de Kousser es centrarse más en lo humano, en el desgaste y deterioro personal, que en lo divino y heroico de su épica odisea, en el contraste entre la gesta de conquistar y el reto de gobernar, en la desmoralización, fractura anímica y desafección de sus generales y soldados y en la orientalización progresiva del soberano, como un nuevo déspota oriental, y el rechazo provocado entre los macedonios, en la alienación de los griegos en un mundo exótico de geografías extremas y costumbres ajenas, a miles de kilómetros de sus hogares y rodeados de una algarabía de pueblos y culturas, desde Irán hasta el Indostán y pasando por Afganistán o Pakistán antes del retorno a Babilonia.
El mérito de este ensayo histórico consiste en recordarnos una y otra vez que Alejandro, no por ser un estadista excepcional, no dejó nunca de ser humano, a veces incluso hasta demasiado humano
Siempre es fácil para los especialistas presentar alguna crítica. Por ejemplo, que no sea verdad que el imperio alejandrino fue un experimento sin precedentes, cuando precisamente el mérito de Alejandro fue asimilar la administración persa de eficacia más que probada en un imperio multiétnico y multicultural. Alguna más sería de recibo, como que el editor nos prive de la bibliografía en papel y nos invite a descargarla de la web de la editorial. Pero todo ello son reparos menores para un ensayo histórico cuyo mérito consiste, frente a muchos otros que acostumbran a caer en la idealización del Macedonio, en recordarnos una y otra vez que Alejandro, además de ser un estadista excepcional, no dejó nunca de ser humano, a veces incluso hasta demasiado humano; o si se prefiere, heroicamente humano, paradójicamente casi un dios entre los hombres.

Alejandro en el fin del mundo
Traducción de Ricardo García Herrero
Arpa Editores, 2025
464 páginas. 24,90 euros
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