Nacido en Campelo (Pontevedra), lleva publicando columnas de opinión en EL PAÍS desde el año 2015. Colaborador habitual del Diario AS y la Cadena SER, donde cada lunes compone la mitad de La Dupla en el magazín del Hoy por hoy. Autor de 'Alienación Indebida' (Círculo de Tiza, 2018) y canterano, orgulloso, del Diario de Pontevedra.
Que el suspendido presidente de la RFEF haría servir a su familia como primer escudo de contención se intuía casi desde el mismo momento en que se dirigió a sus dos hijas para nombrarlas representantes del feminismo verdadero
El silencio del fútbol español sobre el comportamiento del presidente de la federación resulta, a estas horas, atronador. Incluso más que los excesos de tertulia o el blanqueamiento intencionado de una figura altamente tóxica y señalada por los hechos una vez más
Permanezcamos muy atentos a tales o similares palabras porque funcionarán como un detector casi infalible de caraduras, mercenarios, simples aprovechados y algún que otro filisteo
Solo la economía de guerra catapulta al talento desde las categorías inferiores a un primer equipo absolutamente desconectado de la base, puede que hasta de los principios
Ni sus más firmes defensores, si es que los tiene, serían capaces de señalar un solo aspecto del juego en el que Dembélé sea mejor ahora que cuando aterrizó procedente de Alemania seis años atrás
La última vez que Cruyff vistió de blanco con el escudo del Barça en el pecho, su equipo se enfrentaba al Aston Villa en Birmingham, la ciudad de los ‘Peaky Blinders’, ahora dominada por Monchi, Unai Emery y hasta Pau Torre
El fútbol tiene una cierta capacidad para cambiar las cosas, pero el fútbol femenino es el único que, ahora mismo, tiene la virtud demostrable de cambiarlas de verdad
No gustaba a todos aquel estilo suyo tan particular que consistía en tratar el fútbol como si los Monty Python fuesen a disfrutar de un día en las carreras, pero invitados por Mágico González y Eric Cantona
El fútbol es un deporte extremadamente cruel porque nunca deja de jugar con las ilusiones de un padre en contadas excepciones, como el progenitor de Rodrygo Goes, que apenas tuvo tiempo para asimilar su nueva condición de pater familias
No debe quedar un solo ser vivo en el planeta que no sienta cierto hastío por el culebrón de Mbappé y el Real Madrid, una trama que no aporta novedad alguna sobre la del año anterior
Nadie preguntó a Jasikevicius por el tema, pero el entrenador del Barça denunció los gritos racistas contra su jugador, un desconocido para el gran público
Guardiola se ha sentado más veces en el banquillo del Etihad Stadium que en el del Camp Nou, una anomalía histórica que explicaría la naturaleza de un club acostumbrado a engendrar mitos para algún día darse el capricho de destruirlos
Aquellas reticencias, frívolas e innecesarias, acerca de si el catalán sabría o no sabría sacar el máximo rendimiento a un nueve tan específico como Haaland han quedado reducidas a la nada
La denuncia vehemente del brasileño el pasado domingo cambia las cosas. No solo por evidenciar la magnitud del problema, sino por señalar indirectamente a quienes llevan demasiado tiempo consintiéndolo sin hacer gran cosa
“¡A por ellos!”, gritaban los aficionados sin tatuajes ni botas reforzadas a los otros, a los que bajaron a perseguir futbolistas por confundir su guarida con un campo de fútbol
Se cierra una época elevada a la categoría de ficción por todos los que todavía no hemos terminado de frotarnos los ojos, años en los que todo el mundo miraba hacia Barcelona sin entender lo que allí ocurría
La marcha de Alemany nos devuelve a la zona cero de la catástrofe: un club sin masa ejecutiva y donde las decisiones se tomarían en base a antiguos rituales que conectan a sus dirigentes con lo divino
Pudiendo dejar que las cosas cayesen por su propio peso, como en la Champions, el club blanco optó con el vídeo de respuesta a Laporta por una vía que apenas lo distingue de los demás: la de hacer algo o, peor todavía, la de hacer mucho
La gente corriente no tiene por norma el renunciar voluntariamente a la felicidad y locos, lo que se dice locos de manual, o de diccionario, suele haber muchos menos de los que a primera vista nos pueda parecer
Los rumores sobre su retirada definitiva se acumulaban en los platós de televisión y las redacciones de los periódicos mientras el golfista, en silencio, intentaba lo imposible: volver a ser el jugador que fue
El padre de Ansu Fati, que dijo que si por él fuera se llevaría ahora mismo a su hijo del Barça, está pensando en consideraciones que no son capitales para el desarrollo de un futbolista, que se encontró demasiado pronto con el peso de una corona heredada: ni más ni menos que la de Leo Messi
A los culés como mi padre les queda la esperanza de que alguien se haya forrado como un mal menor: sentirse robado o bendecido puede ser una mera cuestión de perspectiva
Llegados a este punto y a la espera de explicaciones, vale la pena preguntarse si, en algún momento algún dirigente del Barça se dirigió a Negreira para pedir una hoja de reclamaciones
El madridismo se siente, casi de repente, obligado a denunciar todo aquello que defendió con uñas y dientes durante los años más feroces del ‘mourinhismo’
La precariedad económica de los grandes clubes de nuestro país es un hecho. Lo dijo el propio Florentino Pérez en la presentación televisiva de la Superliga
La última polémica del fútbol español tiene que ver con la supuesta prohibición de acudir ataviados con los colores de tu equipo al estadio rival, un trampantojo que poco tiene que ver con la realidad
Al Barça se le acusa, con cierta asiduidad y desde trincheras rivales, de fomentar un relato que no se ajusta del todo a la realidad, como si esto fuera en beneficio del propio club
Cuatro equipos de la liga se disputan la Supercopa de España en Arabia Saudí, un torneo extirpado de nuestros estadios a golpe de talonario en el que siempre gana Piqué
Su imagen es la de un futbolista que ha perdido el control sobre su destino, mantecado por la apatía e incapaz, siquiera, de aparentar un mínimo compromiso con el club que, religiosamente, le abona su salario
Del escrutinio milimétrico era consciente el portero de Argentina, cómo no serlo: uno gana el Mundial para permitirse algún exceso y profanar, si se tercia, la imagen del monstruo final
Los argentinos regresarán sin prisa a un estado de normalidad, mientras el resto del mundo se conformará con prolongar el recuerdo de un último mes en el que casi cualquier falta encontraba coartada en un partido
El fútbol moderno ha traído consigo un buen número de falsas certezas, también sobre los penaltis, que han pasado en muy poco tiempo del desprecio más absoluto al delirio alternativo
Ninguna novedad ha resultado tan definitiva para la desnaturalización del fútbol como la posibilidad de rearbitrar los partidos, algo en lo que el presente Mundial de Qatar —por suerte o por desgracia— se está llevando la palma a la espera del siguiente
Lo que Qatar ha hecho con nuestro folclore de hinchada se parece mucho a lo que occidente lleva haciendo con ellos desde tiempos inmemoriales: estereotipar sin miedo y con brocha gorda