Italia - Todos contentos

En Italia se implantó el carné hace tres años, en 2003, y también como en España, el 1 de julio. Cada italiano arranca con un permiso de 20 puntos y se sigue un principio que para sí lo quisieran los franceses: en el caso de que un conductor acumule infracciones múltiples -sin ser muy graves- se le pueden restar, como máximo, 15 puntos, de forma que evite llegar al límite y salvar el carné de conducir.

En caso de quedarse sin permiso -en Italia se retiran unos 30.000 al año- el modo de recuperarlo es mediante cursos, como en el resto de los países, además de tener que aprobar un examen de conducir idéntico al que hizo la primera vez para sacarse en carné. En Italia, las infracciones más habituales son, además del exceso de velocidad y no llevar puesto el cinturón, pasar el semáforo en rojo y no ceder el paso.

El director general del Ministerio de Infraestructuras y Transportes, Sergio Dondolini, hizo una evaluación "muy positiva" del sistema por puntos. "El éxito logrado tiene que ser copiado", llegó a decir el presidente Carlo Azeglio Ciampi.

Esa misma satisfacción que muestra la Administración italiana fue percibida entre los conductores, aseguró Luca Pescan, director de la consultora de investigación ACIS. Y el mérito de alcanzar esa sintonía entre los políticos y la ciudadanía para ponerse todos de acuerdo en la bondad del permiso por puntos se lo concedió al empeño que pusieron en la campaña de concienciación. Todas las encuestas que ACIS ha realizado para La Repubblica y Corriere della Sera arrojaron que un 80% de los conductores está de acuerdo y considera que el sistema es justo.

Y después del éxito, "¿qué esperan ahora los conductores?", se preguntó Pescan: "Mejorar las infraestructuras y adecuar los vehículos".