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Mafalda deja la editorial argentina que la publicó durante 55 años

Ediciones de la Flor anuncia que ya no tendrá los derechos de la obra de Quino en Sudamérica. Los sobrinos del autor acordaron con Penguin Random House

Joaquin Salvador Lavado, 'Quino', junto a Mafalda en octubre de 2014.
Javier Lorca

“¡Sonamos, muchachos! ¡Resulta que, si uno no se apura a cambiar el mundo, después es el mundo el que lo cambia a uno!”, decía Mafalda a sus amigos, en una famosa y lejana viñeta en que descubría los estragos del tiempo. Hoy, cuando la niña tierna y rebelde, la enemiga mortal de la sopa, ha superado las seis décadas de vida, tiene que enfrentar un cambio si no en el mundo, sí, al menos, en su país: la entrañable creación de Joaquín Lavado, Quino, deja de publicarse en Argentina en Ediciones de la Flor, la casa independiente que la albergó durante 55 años. Según confirmaron los herederos del autor, Mafalda se muda a la multinacional Penguin Random House, que ya la publicaba en España y México.

El final de la histórica relación entre la obra de Quino y Ediciones de la Flor, que en el país sudamericano eran casi sinónimos, corre a partir del mes de julio y fue anunciado por la editorial este lunes. “Lamentamos que, por decisión de sus sobrinos herederos, no podamos continuar cuidando su obra como lo hemos hecho desde que nos eligió como su casa, hace más de medio siglo. De todas formas, tenemos la certeza de que la historia mantendrá indisolublemente unidos nuestros nombres, como hasta ahora”, señaló el texto difundido por el sello creado en 1966 por Daniel Divinsky y Ana María “Kuki” Miler.

“Tenemos una tristeza infinita. Quino era nuestro autor emblemático”, dice Miler, a cargo de la editorial desde 2015. “Si Quino viviera, esto no hubiera ocurrido. Éramos amigos muy cercanos, parte de una familia… Él ponía lo que sentía y pensaba por encima del dinero”, agrega, dolida. Y asegura que “nunca quiso publicar en una editorial grande. Tenía una ideología muy definida y era muy exigente con sus materiales”.

Quino había creado a Mafalda en 1964 y desde 1970 esa “heroína iracunda que rechaza al mundo tal cual es”, como la definió Umberto Eco, vivió en las páginas impresas por De la Flor. Fue, desde aquellos años, un constante éxito editorial, un sorprendente caso de supervivencia y renovada actualidad, pese a que su autor dejó de dibujarla y escribirla en 1973. “Los lúcidos mensajes de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento”, consideró el jurado del Premio Príncipe de Asturias, cuando el artista fue distinguido en 2014. La niña que “percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles” y los demás personajes de la tira, Susanita, Manolito, Felipe, Guille… —añadió— alcanzan “dimensión universal” y “trascienden cualquier geografía, edad y condición social”.

Daniel Divinsky, fundador junto a Kuki Miler de Ediciones de la Flor en 1966.

Joaquín Lavado falleció en 2020. Sin hijos, dejó como albacea de su obra a su sobrina Julieta Colombo, quien había colaborado durante años con él. Tras la muerte de Colombo en 2023, los derechos de autoría fueron heredados por cinco sobrinos de Quino, quienes ahora aceptaron la propuesta de Penguin Random House para cambiar de sello editorial. En España, Mafalda se publicó desde la década del setenta en la editorial Lumen, que en 1996 fue adquirida por el Grupo Berstelmann, propietario de Penguin. El círculo se completa ahora con Argentina y el resto de Sudamérica.

Ediciones de la Flor intentó hasta último momento conservar los derechos dentro del país, pero no lo consiguió, asegura Miler. Víctima de la crisis del sector editorial y la apreciación de la moneda local, la firma ya estaba resignada a perder el mercado sudamericano. “En Argentina los costos son muy altos en dólares —dice—. Todo Mafalda [el libro que recopila las tiras completas] siempre se vendió afuera del país a unos 50 dólares. Hoy en Argentina cuesta unos 90.000 pesos, que son cerca de 80 dólares”.

Ante la consulta del periódico, los herederos de Quino prefirieron no hacer declaraciones para evitar polemizar con Miler, “por respeto a la larga relación que existió”. Desde su perspectiva, Ediciones de la Flor ya no garantizaba la distribución de la obra fuera de Buenos Aires y, por eso, resolvieron cambiar de editorial. Primero le cedieron la cobertura latinoamericana a Lumen y, desde la mitad de este año, acordaron con el sello Sudamericana, también propiedad de Penguin, para la edición en Argentina: el lanzamiento está previsto en agosto.

Alguna vez, Manolito le deletreó a Mafalda lo que él creía era “más que una verdad, una ley de la naturaleza”: “Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás”.

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Sobre la firma

Javier Lorca
Es periodista de EL PAÍS en la redacción en Buenos Aires.
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