Corbyn gira al ‘Brexit’
El líder del laborismo británico abraza el discurso populista sobre inmigración

El giro dado por el líder laborista británico, Jeremy Corbyn, que ha aceptado públicamente limitar la libre circulación de ciudadanos de la Unión Europea hacia Reino Unido, es una muy mala noticia, en la medida en que supone la claudicación de la izquierda británica ante uno de los principales postulados populistas defendidos por los partidarios del Brexit.
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Se equivoca Corbyn si piensa que abrazando la causa que culpa a Europa de los males de Reino Unido va a conseguir revertir la tendencia negativa en las preferencias de los ciudadanos respecto a su partido en los últimos meses, precisamente los que coinciden con su etapa al frente del laborismo. El anuncio, realizado además en un distrito que tras votar tradicionalmente al laborismo cambió drásticamente y se mostró partidario de la salida de la Unión, se asemeja a una jugada desesperada y de corto alcance para recuperar un liderazgo que se le escapa.
Corbyn no puede obviar que el centroizquierda británico ha sido tradicionalmente defensor del proyecto europeo y que las políticas de rechazo a una mayor integración han procedido siempre del lado conservador. Además, los argumentos empleados por los líderes del Brexit durante la campaña distan mucho del ideario progresista con el que Corbyn fue aupado a la cúspide de su partido.
Que ahora, agobiado por las encuestas y presionado por algunos sectores de su formación, el líder laborista pronuncie una frase que podría suscribir perfectamente el ultraderechista Nigel Farage —“Reino Unido debe abandonar la UE y traer el control de la democracia y la economía más cerca de casa”— <TB>muestra la confusión que el resultado del referéndum del año pasado ha causado entre la clase política británica. En este contexto, el recurso al discurso populista es una peligrosa tentación a la que el laborismo británico no debe ceder.
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