
SALUD
De la mesa al torrente sanguíneo: cómo los microplásticos colonizan el cuerpo
Vivimos rodeados de plásticos. Estos diminutos fragmentos han colonizado incluso los rincones más íntimos del cuerpo humano. La ciencia empieza a descifrar sus posibles consecuencias, aunque las certezas son aún pocas y las dudas, muchas.
- Del planeta al cuerpo humano. Los plásticos están por todas partes: océanos, aire y cadena alimentaria. Estas micropartículas, que pueden medir menos de cinco milímetros, se inhalan y se ingieren, alcanzando órganos como el cerebro, el hígado y los riñones.
- Una cucharada de plásticos en el cerebro. Estudios recientes han detectado concentraciones alarmantes de microplásticos en el cerebro humano.
- Sinergias con otros contaminantes. Los microplásticos pueden actuar en combinación con otras sustancias tóxicas del ambiente, como metales pesados o el humo del tabaco, multiplicando su potencial dañino.
- La prevención, la mejor defensa (por ahora). Mientras la ciencia avanza, los expertos recomiendan reducir la exposición: evitar calentar envases plásticos en microondas, preferir agua filtrada frente a la embotellada y moderar el consumo de alimentos ultraprocesados.
¿Qué queda y qué sale? El cuerpo parece capaz de eliminar parte de estas partículas a través de las heces, la orina y el sudor, pero los científicos no saben cuánto permanece y cuánto daño puede causar lo que queda.
©Foto: Getty Images