
Aranceles, incertidumbre y miedo a una recesión: el nuevo cóctel económico de la Casa Blanca
El presidente de EE UU, Donald Trump, declarará simbólicamente una ofensiva arancelaria sin precedentes recientes. Su plan pretende castigar a los países que venden más a Estados Unidos de lo que compran.
- Trump prevé anunciar esta noche lo que denomina “aranceles recíprocos”: tarifas impuestas a las importaciones desde países que, según él, aplican aranceles más altos a los productos estadounidenses.
¿Cuál es su objetivo? Aumentar la recaudación y fomentar la producción nacional, penalizando la extranjera. Pero eso es contradictorio: para que haya mucha recaudación, tiene que seguir habiendo muchas importaciones y si hay muchas importaciones, será porque no se han sustituido con protección nacional.
Esto puede volverse en su contra. La última vez que Washington emprendió una oleada proteccionista relativamente comparable fue en 1930, y el resultado fue desastroso.
- La guerra comercial contribuyó a agravar la Gran Depresión y los aranceles generalizados quedaron desprestigiados.
- Ahora, las repercusiones ya se están notando. La economía estadounidense ha empezado a perder impulso y las perspectivas de crecimiento se han deteriorado
¿A qué sectores y países afectarán? Ya hay tarifas del 25% sobre productos de Canadá, México y China, así como sobre acero, aluminio y automóviles.
- Trump planea extender los aranceles a sectores como petróleo, cobre, madera, microprocesadores, productos farmacéuticos y agrícolas.
La respuesta de Bruselas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, advirtió ayer de que “Europa tiene muchas cartas [para responder]”. La UE sopesa activar el instrumento anticoerción, una herramienta legal reciente para responder a agresiones económicas de terceros países
©Foto: Associated Press
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