Nociones básicas para empezar a invertir
Fondos indexados, valor refugio o activo ilíquido. Conocer algunos conceptos y herramientas de inversión ayuda a reducir drásticamente el riesgo

Saber cuál es la mejor estrategia de inversión para cada uno, conocer herramientas que permitan controlar el riesgo o qué productos son más seguros en momentos de inestabilidad financiera. No es necesario ser un experto para empezar a invertir, aunque aprender algunas nociones básicas ayuda a reducir el riesgo –inherente a la inversión–, como señala Francisco Quintana, director de Estrategia de Inversión de ING, en Inversión libre de mitos. Este nuevo proyecto de la entidad financiera anima a hablar naturalmente de dinero y cómo hacerlo crecer invirtiendo. A continuación, explicamos algunos conceptos básicos en inversión.

Fondos de inversión que buscan replicar el comportamiento de un índice bursátil y con comisiones más bajas que el resto de fondos de inversión
Los fondos indexados son fondos de inversión que buscan replicar el comportamiento de un índice bursátil específico, como el estadounidense S&P 500 o el español IBEX 35, en lugar de intentar superarlo. Son gestionados de manera pasiva, lo que significa que no necesitan que un gestor elija en qué acciones invertir, sino que compran las acciones que forman parte del índice y que suelen tener comisiones más bajas que los fondos de gestión activa. “Un fondo indexado es un instrumento relativamente nuevo que sirve para invertir sin romperse la cabeza y que viene a sustituir al experto que antes te decía qué empresas creía que iban a ir bien para que tú invirtieses ahí”, explica Quintana. “Ahora, con el fondo indexado, es más barato, no hay que pagar a un experto ni por análisis de datos. En el largo plazo está demostrando que funciona mejor”.

Estrategia para reducir el riesgo de inversión, distribuyendo el dinero en diferentes tipos de productos y sectores
Es una estrategia que consiste en distribuir el capital entre diferentes tipos de activos y sectores para reducir el riesgo. En lugar de invertir todo el dinero en un solo producto, se divide entre varios –como acciones o bonos– e incluso dentro de un mismo tipo de activo se reparte en diferentes empresas, sectores o geografías. El objetivo es incluir aquellos que se puedan compensar entre sí en momentos en los que alguno pase por dificultades. Así, si una inversión no funciona bien, las otras puedan compensar las pérdidas y proteger el capital total invertido. “La diversificación es un concepto absolutamente vital. Si tienes todos tus ahorros invertidos en una sola acción y esa acción tiene unas pérdidas impresionantes, perderás prácticamente toda tu inversión. En cambio, si diversificas, y esa acción solo era el 5% de tu cartera, el 95% restante estará a salvo”, expone Comín.

Activo financiero que tiende a mantener su valor en momentos de volatilidad de los mercados
Un valor refugio es un activo financiero que tiende a mantener o incluso aumentar su valor durante períodos de incertidumbre económica o crisis financieras. Son activos que los inversores buscan para proteger su capital cuando los mercados son volátiles o inciertos, como explica Blanca Comín, directora de Banca Privada y Wealth de Amundi Iberia, que pone de ejemplo al oro. “Su escasez, durabilidad y aceptación universal hacen que sea un activo confiable para proteger la riqueza a largo plazo”, aclara. Y añade: “Mientras muchos activos se mueven en la misma dirección y corrigen todos a la vez, este valor refugio se mueve de una forma distinta amortiguando un poco la caída en el resto de tu cartera”. Por este motivo, suele ser común tener algún valor refugio, como parte de la estrategia de diversificación.

Una herramienta para limitar las pérdidas potenciales en una operación
Una stop loss es una orden que se utiliza en el ámbito financiero para limitar las pérdidas potenciales en una operación. Es una herramienta de gestión de riesgos que permite establecer un precio específico al que se cerrará automáticamente una posición. “Yo he comprado una acción a 100 euros, pero le digo a esta herramienta que, si su valor cae por debajo de 90 euros, por ejemplo, venda inmediatamente”, explica Quintana. Así, se evitan mayores pérdidas si el precio del activo se mueve en contra de la posición del inversor. “Permite vivir y gestionar nuestro dinero invertido de una manera más relajada”, añade. Limita las pérdidas que puede sufrir alguien si cae el precio de una acción, pero también le deja fuera si la acción rebota unas horas después.

Requiere de más tiempo y esfuerzo para convertirlo en efectivo
Un activo ilíquido es aquel activo financiero que no se puede convertir fácilmente en efectivo, ya sea por la dificultad de encontrar un comprador o porque la transacción puede llevar mucho tiempo y generar pérdidas si se necesita vender con rapidez. A diferencia de los activos líquidos –como acciones o bonos que se pueden vender rápidamente en el mercado–, los activos ilíquidos requieren más tiempo y esfuerzo para su conversión a efectivo (piensa, por ejemplo, en una obra de arte, una casa…). Quintana lo explica así: “Si yo tengo un piso en un barrio caro, de 350 metros cuadrados, pero no tengo dinero para comprarme una cerveza, ¿cuánto tiempo tardaría en transformar ese piso en dinero para comprarme una cerveza? Si es mucho y no existe una definición fija en tiempo se considera un activo ilíquido”.
El proyecto Inversión libre de mitos de ING busca hablar libremente de inversiones. Para saber más sobre cómo gestionar nuestros ahorros con la mejor estrategia individual y manejando nuestras emociones mira este vídeo: