Inversores de fábula
La estrategia de inversión depende de la personalidad y el momento vital cada persona. Ser más cauteloso, conservador o más arriesgado determina el perfil inversor. Algunos se ven como hormiguitas y otros como águilas

La estrategia óptima de inversión depende del momento vital en el que se encuentre cada persona y de su perfil psicológico. De ello dependerá la toma de decisiones a la hora de elegir los productos financieros. Fabulando el concepto de invertir, se puede ser una ardilla cautelosa que compra únicamente lo que puede almacenar, un águila segura que otea desde la distancia mientras traza una estrategia, o un oso conservador que nunca adquiere nada que no conozca lo suficiente. Con estos y otros animales se identifican a la hora de invertir los participantes de Inversión libre de mitos, un proyecto de ING que busca hablar naturalmente de inversiones. Y, tú ¿qué animal inversor eres?

Soy una ardilla que otea desde el árbol, baja, pilla una nuez y sabe que tiene un espacio limitado de almacenamiento

Lourdes Fernández
Valdepeñas, Ciudad Real, 63 años
Como señalan los expertos, la mejor forma de invertir es aquella que parte de una planificación y que nos permite dormir por las noches sin pensar que estamos poniendo en riesgo nuestro dinero. “No podemos invertir de manera que estemos poniendo en riesgo el poder pagar las extraescolares del colegio de hijos o la hipoteca...”, matiza Francisco Quintana, director de Estrategia de inversión de ING.

Me defino como un perro, me gusta olfatear, buscar donde invertir y en ese momento pues llegar y cazar

Fernando Ramírez
Salamanca, 35 años
Para ello, hay que saber que las inversiones deben suponer solo una parte de nuestro dinero total, nunca arriesgarlo todo. “Una vez que tenemos un colchón para imprevistos, ya podemos ponernos a invertir, y el primer paso es planificar un poco cómo lo vamos a hacer”, apunta Quintana. “Aquí entra en juego nuestra personalidad. El que no duerme por la noche ante el menor problema no puede invertir igual que el que duerme como un tronco, que podrá disfrutar de las ventajas de invertir de manera un poquito más agresiva, y de tener mayores retornos en el largo plazo. Invertir de manera decidida no es lo mismo que apostar. Si te gusta apostar y tomar riesgos fuertes—por ejemplo, con criptomonedas—adelante, pero con un pequeño porcentaje de lo que te puedes permitir invertir. Puedes ganar, puedes perder y no va a pasar nada”, explica el experto de ING.

Soy como una hormiga que está recolectando durante todo el año y que en determinados momentos intenta coger algunos productos con más riesgo, pero de mayor rentabilidad

Feliciano Sánchez
Ciudad Real, 42 años
También influye el tiempo del que dispongamos para tomar decisiones sobre nuestras inversiones. La paciencia es una gran ventaja en el mundo de la inversión. Los que no puedan permitirse el lujo de esperar, tienen un rango de opciones más pequeño, han de optar por productos más seguros, pero que dan menos rentabilidad, “como las Letras del Tesoro, que son valores a renta fija con un tipo de interés máximo que, ahora mismo, ronda el 2%”, aclara Quintana. “Si podemos esperar años, el riesgo de invertir en bolsa, por ejemplo, se reduce muchísimo”, añade.

Me gusta definirme como un águila porque soy de mirar muy bien productos financieros, trazar una estrategia y luego ir a por ello

Suyin Perret-Gentil
Caracas, Venezuela, 50 años
En cualquiera de los casos, la mejor estrategia es aquella que busca diversificar las inversiones, las ganancias potenciales, pero también las pérdidas si se dieran, como explica Blanca Comín, directora de Banca Privada y Wealth de Amundi Iberia. “Conviene tener distintos tipos de activos financieros que se mueven de distinta forma dependiendo del contexto del mercado, donde algunos pueden tener un horizonte más a corto plazo y otros para el largo plazo”, aclara la experta. De esta forma, si tenemos acciones de una compañía cuya cotización cae en la Bolsa, podremos compensar dichas caídas, al menos parcialmente, con inversiones en otros activos que resistan mejor, amortiguando el impacto negativo en nuestra cartera.

Me identifico con un oso que hiberna si no lo tengo claro, no tengo interés ni prisa. Voy con paciencia, me informo y siempre invierto en aquello que entiendo

Eva María Montero
Madrid, 50 años
El proyecto Inversión libre de mitos de ING busca hablar libremente de inversiones. Para saber más sobre cómo gestionar nuestros ahorros con la mejor estrategia individual y manejando nuestras emociones mira este vídeo: