El discurso de dos árbitros contra el odio en el fútbol: “Vamos a acabar con ello antes o después”
La colegiada internacional Alicia Espinosa Ríos y José Luis Guzmán Mansilla, debutante en la máxima categoría, charlan en el videopódcast de LALIGA VS sobre cómo su carrera arbitral les ha hecho más fuertes

Son jóvenes, talentosos y comparten mucho más que un sueño. Los colegiados Alicia Espinosa Ríos y José Luis Guzmán Mansilla han conseguido llegar a lo más alto de su carrera profesional antes de haber cumplido la treintena. Ella, nacida hace 27 años en Alcorcón (Madrid), lleva cinco temporadas arbitrando en Liga F, la primera división del fútbol femenino, y es internacional desde hace dos. Él, jienense de 29 años, debutará la próxima temporada en los estadios de LALIGA EA SPORTS tras tres temporadas pitando partidos de LALIGA HYPERMOTION, en las que ha demostrado por qué es uno de los trencillas con más futuro del fútbol profesional. Los dos comparten una charla con el periodista Jesús Gallego, director de Hora 25 Deportes, sobre cómo han vivido –y superado con asombrosa entereza– los episodios más amargos del fútbol, aquellos en los que los aficionados se transforman para dar rienda suelta al odio. “Antes o después vamos a conseguir acabar con ello”, coinciden en el videopódcast de LALIGA VS.
Espinosa Ríos, como se la conoce en el mundillo arbitral, es también licenciada en Ingeniería Aeroespacial. Guzmán Mansilla, por su parte, es doble licenciado en Derecho y Administración de Empresas. Pero ambos descubrieron cuando apenas contaban 14 y 13 años, respectivamente, su verdadera vocación: dirigir partidos de fútbol. En los últimos años han vivido todo lo que puede experimentar un árbitro. Insultos, bromas de mal gusto, críticas sobre su labor en el césped... y también alegría y satisfacción por dedicarse a lo que más les gusta. Todo un viaje en el que también han logrado encontrarse con ellos mismos. “He madurado a la vez que he ido creciendo como árbitra. Te da muchísima serenidad y una fuerza mental increíble”, cuenta ella. “Soy lo que soy gracias al arbitraje”, afirma rotundamente él.
En su relación con otros profesionales del fútbol como jugadores y entrenadores, la experiencia es distinta. “¿Siempre te has sentido respetado por los futbolistas?”, les interroga Gallego durante la charla. “Sí, lo digo abiertamente, de corazón”, explica Guzmán Mansilla. “En el fútbol profesional he encontrado personas que nos valoran y nos ven como deportistas”.
Espinosa Ríos coincide. “Somos conscientes de que estamos en la misma lucha, remando en el mismo barco para hacer que el fútbol femenino sea cada vez más importante”. Ella tiene claro que los insultos llegan más por su profesión que por su género. “Esos comentarios machistas estaban más relacionados con el odio que existe hacia la figura del árbitro que hacia la de una mujer”.
Pese a todo, tienen una ilusión: que cada vez más niñas y niños se dediquen al arbitraje. Algo que recomendarían incluso a sus propios hijos en el futuro. “Yo le diré que haga lo que le haga feliz”, anticipa Guzmán Mansilla, “pero le apoyaría, por supuesto”. Una idea que comparte su colega Espinosa Ríos. “Yo también les diría que hicieran lo que quisieran, pero, de verdad, a mí me haría muy feliz que fuesen árbitros”.
La herramienta que mide el nivel de odio en las conversaciones en torno al fútbol jornada a jornada