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Stitch, en un still de la nueva película.

La entrevista más insólita: Stitch se sienta (o lo intenta) a charlar sobre Hawái, pizza y su pasión por la arena

El pequeño extraterrestre protagonista de ‘Lilo y Stitch’, que llega a los cines este fin de semana, charla en exclusiva con EL PAÍS

María Porcel

Más de 20 años después de estrenarse en los cines de todo el mundo como película de animación, y también de ser una serie de dibujos animados, la pequeña Lilo y su amigo extraterrestre Stitch regresan a las pantallas de todo el mundo. Pero, esta vez, en carne y hueso. Lilo y Stitch sale de los mundos de la animación para irse de verdad a Hawái, surfear entre sus olas, descubrir sus verdores y destrozar buena parte de su paisaje a través de las manazas del Experimento 626, es decir, el pequeño Stitch.

Y, como protagonista absoluto de la película —con permiso de la brillante Maia Kealoha en su debut en la pantalla como Lilo—, Stitch se ha sentado (o lo ha intentado) para dar entrevistas con la prensa. Lo hace en un lujoso hotel de Los Ángeles, cuya suite Real —junto a la Presidencial, protagonista en Pretty Woman— ha convertido en un trocito de Hawái. Encantador y dispuesto, es muy puntual, más que las estrellas al uso. Rodeado de un enorme séquito de cámaras, especialistas de sonido y ayudantes, aparece amable y juguetón, llamando a los periodistas por su nombre, y concede a cada uno algunos minutos de su apretada agenda.

No es que su charla sea la más profunda, ni que desvele grandes secretos, pero ese extraño e irreverente koala azul sí deja entrever algunas de sus pasiones y curiosidades. Por ejemplo, que le gusta mucho la pizza con piña, pero que tampoco rechaza un buen puñado de ¿sabrosa? arena de playa; que no tomó clases de actuación porque él es un artista nato; o que es capaz de decir algunas palabritas en español. En la entrevista con EL PAÍS se le puede escuchar (aunque hay que hacerlo atentamente, eso sí) dar algunas divertidas respuestas. Stitch estuvo presente en la misma a través de una pantalla, contestando a las preguntas en tiempo real. No hubo un croma, es decir, un fondo verde, sino que realmente era animado en directo específicamente para la conversación.

Esta nueva versión en acción real de Lilo y Stitch 23 años después de la original es una de las grandes apuestas de Disney para la temporada y, como las olas sobre las que cabalgan sus protagonistas, parece crecer sin parar. La expectación y la gran campaña de promoción de la película, con la tierna Lilo y con Stitch haciendo travesuras en vallas publicitarias, carteles y salas de cine (hay algunos de ellos escondidos en bolsas de palomitas, sorprendiendo a los espectadores cuando van a comprar sus entradas), han hecho de ella un éxito antes de su estreno, con enormes expectativas.

Lilo (interpretada por la actriz Maia Kealoha) y Stitch, en un fotograma de la película.

La factoría confía, de nuevo, en los remakes de acción real para triunfar en taquilla; de hecho, a principios del mes de julio estrenará Moana con personas. Hace seis años, El rey león les dio nada menos que 1.600 millones de dólares de recaudación; en 2017, La Bella y la Bestia de Emma Watson, más de 1.200. En general, y con la excepción de la más reciente Blancanieves (apenas ha recaudado 200 millones y costó unos 250) la curiosidad por ver a los clásicos interpretados por actores de carne y hueso suele ser un éxito.

En Estados Unidos, la película con banda sonora de Elvis llega este fin de semana a las salas junto a la última entrega de Misión: Imposible, lo que ha colocado al combo bajo el nombre de Stitchpossible, en un guiño al Barbenheimer de hace un par de temporadas que tantas alegrías le dio a Hollywood. No se espera que la unión de ambas llegue tan alto como sus célebres predecesoras, pero sí que alcance buenas cifras. Además, es puente en el país, puesto que el lunes 26 es festivo (Memorial Day), y se espera gran afluencia en las salas. Habrá que esperar a comprobar si superan los más de 306 millones que, en el año 2013, lograron recaudar los cines gracias a la unión de la sexta entrega de Fast&Furious (117 millones de dólares) y la tercera de Resacón en Las Vegas (con 50) junto a algunos títulos más. Además, es posible que Lilo y Stitch se convierta en el mejor estreno en la historia de este puente, superando a Piratas del Caribe: En el fin del mundo, de 2007, que ganó 140 millones, ya que puede alcanzar los 165 en el fin de semana. Y que el pequeño extraterrestre supere, incluso, al mismísimo Tom Cruise.

Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.
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