e³ Platform: la arquitectura inteligente con la que DENZA irrumpe en la élite del coche eléctrico
La marca premium de BYD apuesta por una plataforma propia que combina propulsión con tres motores y dirección trasera independiente para redefinir el segmento del lujo eléctrico

Con la llegada a Europa del modelo Z9GT el pasado abril, DENZA, la marca premium de BYD, ha iniciado su ofensiva tecnológica en el mercado del coche eléctrico de alta gama. Más allá del diseño o las prestaciones de su primer gran turismo, el eje central de esta estrategia es la nueva plataforma e3 Platform, una arquitectura de desarrollo propio que aspira a situar a la firma china al nivel de los referentes europeos del lujo automovilístico. La e3 Platform coordina en tiempo real la propulsión, la dirección, la suspensión y los frenos, integrando todos los sistemas del vehículo en un solo cerebro electrónico.
Tres pilares
Su nombre responde a sus tres pilares tecnológicos: potencia, control e inteligencia. Estas áreas se articulan para ofrecer un comportamiento más preciso, seguro y ágil, tanto en carretera como en entornos urbanos. El primer pilar, la arquitectura de potencia, permite combinar dos sistemas de propulsión: uno 100% eléctrico basado en la e‑Platform 3.0 Evo y otro híbrido enchufable, el Super DM. Ambos pueden integrarse con la Blade Battery mediante el sistema Cell to Body (CBT), que elimina el chasis tradicional y fusiona la batería con la estructura del vehículo. Esta solución reduce el peso, incrementa la rigidez torsional en un 32% y mejora la habitabilidad con un suelo completamente plano.
El segundo componente es la arquitectura de control, que distribuye en tiempo real la fuerza de giro de cada motor (el par motor) para mejorar la estabilidad y la respuesta del coche. Utiliza tres propulsores: uno en el eje delantero y dos independientes en las ruedas traseras. Estos motores, controlados de forma independiente, permiten ajustes en milisegundos para responder a la pérdida de adherencia, los cambios de trayectoria o incluso situaciones de emergencia como un reventón de neumático a alta velocidad. El sistema es capaz de redistribuir automáticamente la potencia entre las ruedas restantes para mantener la estabilidad del vehículo.
El tercer eje, la arquitectura de inteligencia vehicular, está gestionado por el sistema VMC (Vehicle Motion Control), un “cerebro central” que coordina dirección, suspensión y frenado con una latencia de apenas 10 milisegundos. Esta capacidad de reacción ultrarrápida es clave para maniobras complejas, como evitar una colisión, ajustar la trayectoria en carreteras resbaladizas o reducir el balanceo en frenadas de emergencia. El VMC también se encarga de fusionar los datos de los sensores del vehículo con los sistemas de asistencia a la conducción para anticipar movimientos y ajustar el comportamiento en tiempo real.

Sistema de dirección
Uno de los aspectos más novedosos de esta arquitectura es el sistema de dirección trasera independiente. A diferencia de los esquemas convencionales, en los que las ruedas traseras giran siempre juntas y con el mismo ángulo, la e3 Platform permite que cada rueda trasera adopte ángulos distintos o incluso opuestos. Esto habilita funciones inéditas como el giro en U sobre eje delantero, el movimiento diagonal del coche —útil en calles estrechas o al evitar obstáculos— o un estacionamiento automatizado en espacios muy reducidos. El Z9GT, que se beneficia de este sistema, logra un radio de giro 4,62 metros, comparable al de un coche urbano del segmento A, pese a medir más de cinco metros de largo.
La plataforma también destaca por su capacidad de mantener el control en condiciones adversas. En caso de superficies con baja adherencia —como nieve, hielo o lluvia intensa—, el sistema puede ajustar el ángulo de las ruedas traseras y el par motor en cada eje para evitar deslizamientos laterales. Durante una frenada brusca, puede incluso hacer que las ruedas traseras converjan hacia el centro del vehículo para estabilizar la trayectoria.
La batería que alimenta esta arquitectura, la ya conocida Blade Battery de BYD, utiliza fosfato de hierro y litio (LFP), una tecnología más estable y duradera que evita el uso de níquel y cobalto. Gracias al sistema Cell to Body, la batería forma parte de la estructura del vehículo, lo que permite reducir la intrusión en caso de colisión frontal hasta en un 15%, y en impactos laterales hasta en un 35%, según datos de la compañía.
Actor relevante
DENZA no solo busca competir en diseño o acabados, sino posicionarse como un actor relevante en innovación estructural y dinámica del vehículo. El objetivo es que este ecosistema sirva de base para los próximos modelos de la marca, y que siente un precedente dentro del grupo BYD para sus futuras gamas de lujo.
Desde su creación en 2010 como una empresa conjunta entre BYD y Daimler (actual Mercedes‑Benz Group), DENZA ha evolucionado hasta convertirse en una división totalmente controlada por el fabricante chino. Su aterrizaje en Europa, previsto con tres modelos a finales de 2025, tendrá en la e3 Platform su argumento técnico más sólido.