La vacunadora Muria Shehu inmuniza contra la polio al pequeño Misbau durante la campaña nacional del pasado mes de abril en la localidad de Dambatta, estado de Kano.José NaranjoNiños jugando en la calle en Dambatta, en el norte de Nigeria, rodeados de suciedad, un marco perfecto para el contagio de la polio.José NaranjoEl anciano Ahmadu Ahmat se asoma enfadado a la puerta de su casa en Dambatta porque se niega a que vacunen a sus nietos contra la polio mientras la sensibilizadora Zainab Shari escribe en la pared que este domicilio debe ser revisitado.José NaranjoVoluntarias de Unicef muestran el "libro hablador", un cómic que ilustra sobre los beneficios de la vacunación contra la polio, en el norte de Nigeria.José NaranjoUn equipo de inmunización recorre una zona rural del norte de Nigeria durante la campaña de vacunación.José NaranjoAhmadu Mussa, junto a su mujer Kanduwa y su hijo Issa, el último caso de polio que ha habido en Nigeria, el 24 de julio de 2014, en el pueblo de Rimi.José NaranjoLa pequeña Harira Saidu que sufre de malnutrición en el Centro de Gestión de la Malnutrición Aguda de Badume.José NaranjoCeremonia de bautismo de la pequeña Fadila Aminu en Yan Gwarzo Kyalli, donde las voluntarias de Unicef aprovechan para inmunizar a los niños.José NaranjoInmunizando niños en la ceremonia de bautismo de Fadila Aminu, en el norte de Nigeria.José NaranjoGrupo de supervivientes de la polio, ahora sensibilizadores, en la localidad de Bichi, en el norte de Nigeria.José NaranjoHaruma Ibrahim, de 57 años, sufrió la polio de pequeño y asegura que fue "un gran desafío, pero salí adelante gracias a la fe en Dios".José NaranjoSabuwa Mohamed y su pequeña Fatima Tasiu en la bicicleta adaptada por la que se desplazan por Bimi. Pese a haber sufrido la polio y haber perdido la movilidad de sus dos piernas, ha sido madre de tres hijos.José Naranjo