La Guardia Civil crea una unidad marítima especializada para el Estrecho

Cádiz será la sede del Grupo Marítimo del Estrecho, una nueva unidad de la Guardia Civil para intensificar las operaciones de rescate y de lucha contra el narcotráfico y las mafias de la inmigración. Empezará a funcionar en el mes de abril. Tendrá un comandante a su cargo, 32 efectivos y el buque oceánico Río Miño como referente naval. Lo ha anunciado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en la presentación de otro buque oceánico, el Río Segura, que, según el vicepresidente primero del Gobierno, será el "colofón de una etapa y el comienzo de otra en la Guardia Civil".

El nuevo grupo servirá para reforzar el servicio marítimo del Instituto Armado en el Estrecho de Gibraltar, una zona especialmente sensible, la de mayor densidad de tráfico de mercancías y con problemas añadidos derivados del tráfico de drogas y de la inmigración ilegal, aunque este último fenómeno ha descendido considerablemente en los últimos años.

Interior apuesta considerablemente por la función marítima de la Guardia Civil y dota a este cuerpo de una mayor capacidad técnica, como muestra la presentación hoy en Cádiz del nuevo buque oceánico Río Segura, que con 73 metros de eslora total es el mayor barco con el que ha contado hasta ahora el Instituto Armado y ha provocado recelos en la Armada, que ya se ha visto desplazada en la vigilancia de las aguas territoriales. "Este cuerpo dispondrá de mayores capacidades para las misiones que tiene encomendadas en el mar. Nos permitirá llegar más lejos y ser más operativos en la lucha contra el tráfico de seres humanos y de la droga", ha dicho Rubalcaba.

Desde 2007 las embarcaciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil navegan de forma continua por alta mar en aguas de Mauritaria, Senegal o Gambia, entre otros países. El barco presentado hoy está construido específicamente para el patrullaje oceánico, tiene 73 metros de eslora y 2.100 toneladas de desplazamiento máximo. Tiene una dotación de 39 personas y la capacidad para albergar a 80 náufragos. "Es una muestra de su misión humanitaria", defendió el ministro.