La FIFA contra Maradona

Fiel a su estilo directo, irreverente y, en este caso, grosero y ofensivo, Diego Armando Maradona no se arrepiente de nada. Ni de cómo ha conducido a Argentina, de forma penosa, errática y algo lastimera, hasta el Mundial de Suráfrica 2010 ni de cómo celebró la victoria en el último partido, por la mínima (0-1), ante Uruguay con una explosión de gestos de rabia a la grada, lágrimas, abrazos con sus directivos y un ataque en toda regla a la prensa. "A los que no creyeron, que la chupen y la sigan chupando", espetó ante los periodistas después del encuentro. Por su forma errática de dirigir al conjunto albiceleste, a Maradona le han llovido las críticas a lo largo de toda la fase clasificatoria, pero por estas últimas groserías se arriesga a algo más: a una sanción de hasta cinco partidos de suspensión, a la prohibición de tener acceso a los estadios durante los mismos y una multa de hasta 13.186 euros.

"No tengo por qué disculparme. Fue un desahogo", sostiene el técnico

Lo dijo ayer el suizo Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, en El Cairo, donde se encuentra con motivo de la Copa del Mundo sub 20. "No nos queda otra alternativa que pedir al comité disciplinario que actúe contra el entrenador", aseguró el dirigente, quien precisó que la investigación ya está en marcha y él se encuentra al margen de ella. Lo que no dijo Blatter es qué plazo tiene la comisión para decidir, si así lo hace, la sanción que deberá cumplir Maradona.

El artículo 58.1 del código disciplinario de la FIFA obliga al comité disciplinario a actuar contra "cualquiera que ofenda la dignidad de una persona o un grupo de personas". En este caso, en el que las ofensas fueron retransmitidas en directo por televisiones de todo el mundo, el comité ya tiene por dónde empezar.

En Argentina, mientras tanto, la polémica seguía viva dos días después del partido. Y eso que Maradona amagó ayer con una disculpa en una entrevista en una emisora de radio local. Amagó, pero al final siguió en sus trece, según recogía el diario Clarín.

"No tengo por qué disculparme", dijo el seleccionador al entrevistador; "fue un desahogo. Cada uno sabe lo que dijo y ésos [en referencia a los que han venido criticando su labor en el banquillo] parecían antiargentinos que querían que la selección se quedara fuera y eso yo no lo perdono".

El camino de Argentina hasta llegar a Suráfrica ha sido tortuoso, muy alejado del que se espera de un equipo de su tradición y galones. La bicampeona del mundo perdió con Bolivia, Brasil y Paraguay poniendo en riesgo su clasificación, que sólo pudo asegurarse en la última jornada y con la cuarta y última plaza del grupo suramericano. Eso sí, al final hasta evitó la repesca. Ahora, ya clasificada, Argentina puede perder a su seleccionador durante los primeros partidos del Mundial.